El Madrid vuelve a la magia y se mete en la final de la Champions con un épico doblete de Joselu.
El Real Madrid, fiel a su ADN, firmó una nueva noche mágica en el Santiago Bernabéu para meterse en la final de la Champions League. Un doblete de Joselu en los últimos dos minutos del partido (88′ y 90′) obró la remontada ante el Bayern de Múnich (2-1), que se había adelantado con un tanto de Alphonso Davies en el 68′.
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El conjunto blanco, una vez más, demostró su carácter indomable y capacidad para revertir situaciones adversas. Al borde de la eliminación tras el gol de Davies, el equipo reaccionó con ímpetu, liderado por Vinicius y los cambios acertados de Ancelotti, en busca de la decimoquinta «Orejona» que se decidirá en Wembley el 1 de junio ante el Borussia Dortmund.
Nombres como Joselu, que emula la gesta de Rodrygo ante el Manchester City en la última conquista de la Champions, se inscriben en la leyenda del rey de Europa. Un Real Madrid bendecido en la competición, que nunca se rinde y que, empujado por la magia del Bernabéu, supera cualquier obstáculo, por difícil que parezca.
El templo del fútbol vibró al ritmo del himno de la Champions y el aliento de su afición. Cuando el Bayern acariciaba la reedición de la final alemana once años después, el Madrid le arrebató la ilusión con una exhibición de fe y corazón. Ni siquiera un Neuer inconmensurable pudo evitar el error que decantó la balanza a favor de un equipo que lo da todo hasta el último segundo, consiguiendo su primera victoria ante Tuchel en el Bernabéu.
El conjunto blanco, consciente del peligro que entrañaba el Bayern, aceptó el juego del equipo alemán, que se replegó con tres centrales y líneas juntas. Evitando riesgos y cediendo el balón, el Madrid espertó pacientemente su oportunidad, confiando en la calidad de jugadores como Vinicius y Rodrygo para desequilibrar en transición. Carvajal, imperial, anuló a Gnabry, mientras que Mendy resistió los embates de Sané.
El planteamiento inicial del Bayern, buscando un partido largo y castigando cualquier error del Madrid, se fue diluyendo con el paso de los minutos. Los blancos, con una defensa sólida y un ataque incisivo, fueron creciendo en el partido y encontraron el premio en forma de remontada heroica.
El encuentro entre dos colosos del fútbol europeo se decidió por pequeños detalles, esos que separan el éxito del intento. En este tipo de escenarios, aparecen jugadores diferenciales como Joselu, quien se erigió en el héroe inesperado de la noche para llevar al Real Madrid a una nueva final de la Champions League.
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