La Casa Azul festeja el Día Internacional de los Museos con la creación de una obra colectiva dentro del museo
El Museo Frida Kahlo, la Casa Azul, se transforma en un punto de encuentro vivo, donde el arte no solo se observa, sino que se crea, se comparte y se siente en colectivo. En el marco del Día Internacional de los Museos, el recinto abre sus puertas —y también su corazón— a quienes quieran ser parte de una celebración que honra la memoria, la creatividad y el vínculo con los demás.
Este domingo 18 de mayo el museo ha preparado Colores que nos unen, una actividad que invita a visitantes de todas las edades a participar en la creación de un gran mural colaborativo. A lo largo del día, los visitantes podrán colorear ilustraciones diseñadas por el equipo del museo y, entre pinceles e historias, formar parte de una obra colectiva que celebre la diversidad y el espíritu comunitario. No se trata solo de llenar espacios con color, sino de dejar una huella compartida en un lugar cargado de historia.
Pero eso no es todo. Durante todo el mes, la Casa Azul ofrecerá una serie de talleres pensados para explorar distintas formas de expresión y conexión. Habrá sesiones para pintar figuras de cartonería, mirar el propio reflejo y convertirlo en arte, redescubrir los espacios íntimos de la casa de Frida, soltar la mano dibujando en el jardín o llevarse un pedacito de ese mismo jardín en una maceta personalizada. Son actividades que invitan a crear con las manos, pero también con la memoria y la emoción, y que buscan abrir un diálogo entre generaciones, tradiciones y formas de mirar el mundo.
Y para quienes buscan una experiencia distinta, el miércoles 28 de mayo la Noche de Museos ofrecerá un recorrido muy especial: una visita dramatizada en la que Frida «regresa» para guiar a los visitantes por su casa, compartir anécdotas y habitar, por un momento, los rincones donde vivió, amó, sufrió y creó. Con cupo limitado y una atmósfera íntima, esta experiencia promete ser una de las más emotivas del mes.
A lo largo de mayo, las redes sociales del museo también se llenarán de contenido pensado para llegar más allá de Coyoacán. Videos, imágenes y materiales digitales permitirán que personas de todas partes del mundo se unan a la celebración, descubran nuevas facetas de Frida y participen, aunque sea a la distancia, del espíritu que habita en la Casa Azul.
Más que una conmemoración, este mes se convierte en una invitación: a mirar, a crear, a recordar y a encontrarse con otros. Porque, como bien lo entendía Frida, el arte no es solo lo que se cuelga en las paredes, sino lo que se teje entre las personas. Y en la Casa Azul, ese tejido está más vivo que nunca.