Acapulco inicia 2024 entre escombros e incertidumbre

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En la icónica playa El Morro, ubicada en la zona Dorada de Acapulco, Don José Vega Durán ha sido un rostro conocido durante casi cuatro décadas, ofreciendo helados y paletas a lo largo de 3,500 metros de arena. Sin embargo, su rutina se ve amenazada por la incertidumbre que rodea la falta de escrituras de su vivienda en la colonia Vista al mar, situada en la zona poniente de la ciudad, colindante con las colonias Nueva era y Campo de tiro.

El pasado martes marcó el segundo día de actividades para Don José desde el 25 de diciembre y el paso devastador del huracán Otis, que dejó secuelas no solo en su hogar, sino también en las viviendas de otras 40 familias en situación similar. La falta de escrituras se ha convertido en un obstáculo para acceder a la segunda administración de recursos destinados a la reconstrucción de casas afectadas por el huracán.

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En un llamado directo al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, Don José expresó la necesidad urgente de obtener escrituras para garantizar la continuidad del programa de apoyos implementado por el gobierno federal. Señaló que el Instituto de Vivienda y Suelo Urbano de Guerrero ha negado la entrega de escrituras, generando complicaciones para las familias afectadas.

El comerciante resaltó la importancia de estas escrituras para acceder a los beneficios del programa de reconstrucción. A pesar de las dificultades, Don José se mantiene optimista y confiado en la posibilidad de reconstruir su hogar, el cual resultó gravemente afectado, obligando a su familia a refugiarse bajo una lona durante el huracán.

A pesar del paulatino aumento de bañistas en las playas de Acapulco, las ventas aún no reflejan plenamente la recuperación. Don José, junto con otras familias afectadas, espera superar los desafíos y reconstruir sus hogares con el apoyo del gobierno y la entrega de escrituras que les permita acceder a los recursos necesarios para la reconstrucción. Aunque las ventas sean bajas, la resiliencia y la fe en Dios son motores que impulsan a estos afectados a seguir adelante y afrontar los retos con determinación.

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