Un presupuesto inexplicable

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El Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2025, recién aprobado ayer por la Cámara de Diputados, presenta algunos aspectos verdaderamente inexplicables.

Por mucho, el que más llama mi atención, y el que más me indigna, es el enorme recorte al gasto en salud. Si en 2024 el sector salud recibió 1 billón 32 mil millones de pesos, en próximo año recibirá 918 mil millones, lo que significa que recibirá un recorte de casi 114 mil millones de pesos, equivalente al 12.2% de su asignación anual total.

Es indignante porque pareciera que en el oficialismo siguen pensando que tenemos un sector salud como el de Dinamarca (López Obrador dixit), pero no, no hay nada más alejado de la realidad que eso. Lo cierto es que no solo falta personal de salud, sino que el que tenemos está mal pagado, las medicinas escasean, y las instalaciones hospitalarias se caen a pedazos. De hecho, el propio Secretario de Salud, el doctor David Kersehnobich, reconoció esta misma semana que el sector salud enfrenta retos en materia de abasto de medicamentos, saturación hospitalaria, vigilancia epidemiológica y de personal médico y de enfermería. Aun así, el recorte presupuestario fue brutal, y totalmente inexplicable. 

Jorge Cano, de México Evalúa, dijo que “el gasto para las personas sin seguridad social va a caer 22%. Los recortes para la salud, específicamente para personas sin seguridad social, son un hecho y van a tener implicaciones muy severas”.

Y no sé si me indigna más el hecho mismo del recorte presupuestario, o el hecho de que nos quieran ver la cara. El 2 de diciembre, en su conferencia matutina, la presidenta Sheinbaum dijo “No disminuye el presupuesto (para Institutos Nacionales de Salud), está integrado en el IMSS-Bienestar; y los medicamentos que requieren, ahí están integrados”, sin embargo, especialistas del Centro de Investigaciones y Estudios Presupuestarios (CIEP) y de México Evalúa, la desmintieron, ya que solo los Hospitales Regionales de Alta Especialidad fueron traspasados al IMSS-Bienestar, y ello no compensa en absoluto el recorte. Los 16 institutos de salud y hospitales nacionales, de gran prestigio todos estos, sufrirán reducciones presupuestarias importantes: el Instituto Nacional de Pediatría, un 10% menos; el Hospital General Dr. Manuel Gea González, un 12.1% menos; el Hospital General Dr. Eduardo Liceaga, 12.3% menos; el Instituto Nacional de Cancerología, un 14.7% menos; y el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, un 19% menos en términos reales; por poner algunos ejemplos.

El otro caso francamente incomprensible es el ramo de seguridad. Resulta que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana perderá 36,000 millones de pesos, para quedarse con 70,000 millones, una reducción del 36% en su presupuesto. 

Si el recorte en salud es inexplicable, el de seguridad es inaudito. En medio de una crisis de violencia como la que azota a nuestra sociedad con decenas de asesinatos diarios, al gobierno se le ocurre reducir el presupuesto de seguridad. Vaya cosa.

Por lo que hace al sector educativo, si bien en general hay un aumento, sorprende el recorte concreto a la UNAM, que bajará su presupuesto en un 10.6% al perder 5,360 millones, y quedarse en 45,058 millones para 2025. La máxima casa de estudios, el orgullo nacional, el alma mater y lugar de trabajo de la propia Sheinbaum, es ahora castigada por su autonomía.

También preocupa el recorte en materia de medio ambiente, ya que la Semarnatperderá 26,000 millones de pesos, que significan el 37% del total de su presupuesto, para estancarse en los 44,371 millones para el próximo año.

Y claro, está también el caso dramático del Poder Judicial al que le quitan 14,000 millones, para afectar a la Suprema Corte, al Tribunal Electoral, y a la administración de todo Poder Judicial, lo que compromete la operación de juzgados y tribunales y la del Instituto de Defensoría Pública, principalmente. El presupuesto utilizado como herramienta de venganza.

Y por último y más sorprendente aún, es el recorte al INE. Este instituto perdió 13, 476 millones de pesos, una reducción del 33%, lo que pone en riesgo la elección de personas juzgadoras en 2025. Esto es especialmente sorprendente porque sabemos lo mucho que esto le importa al oficialismo, pero en fin, la congruencia no es lo suyo.

En suma, los recortes en seguridad, en salud, a la UNAM, y al Poder Judicial, no son sino una pésima noticia para cerrar el año.

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