En México, los millennials, la generación que nació entre la década de los ochenta y la primera parte de los noventa, se enfrentan a una serie de desafíos económicos que los colocan en una situación de vulnerabilidad.
Uno de los principales problemas que enfrentan los millennials mexicanos es el endeudamiento. Según un estudio de la Asociación de Bancos de México (ABM), el 67% de los millennials tiene deudas, y el 30% de ellos tiene problemas para pagarlas.
Este endeudamiento se debe a una serie de factores, entre los que destacan:
La falta de educación financiera: los millennials no han recibido una educación financiera adecuada, lo que los lleva a tomar decisiones financieras poco acertadas.
La cultura del consumismo: los millennials están expuestos a una cultura del consumismo que los impulsa a gastar más de lo que pueden.
La precariedad laboral: los millennials tienen empleos precarios que no les permiten ahorrar ni salir de deudas.
Otro desafío que enfrentan los millennials mexicanos es la precariedad laboral. La mayoría de los millennials tienen trabajos informales o temporales, que no les ofrecen estabilidad ni seguridad.
Esta precariedad laboral dificulta que los millennials puedan ahorrar para el futuro, comprar una casa o formar una familia.
El endeudamiento y la precariedad laboral tienen un impacto negativo en la salud mental de los millennials. Según un estudio del Colegio de México, las personas endeudadas son tres veces más propensas a tener problemas de salud mental, como estrés, ansiedad y depresión.
Los millennials mexicanos enfrentan un futuro incierto. La falta de oportunidades y la precariedad laboral hacen que sea difícil para ellos alcanzar sus metas.
Es necesario que se tomen medidas para mejorar la educación financiera de los millennials y para crear empleos formales y bien remunerados.
