Lejos están los días del voto corporativo en los que la burocracia votaba en bloque por el partido oficial e incluso realizaba proselitismo abierto y a cualquier día y hora en las distintas campañas electorales.
Un encuentro destinado a confrontar personalidades y temperamentos. Cada quién sacó sus conclusiones. Ningún candidato desmereció la cita. Ningún candidato ganó. Ningún candidato perdió.
Julio Valdeón registra que “a través de su música y letras, Sabina capturó el espíritu de Madrid, reflejando tanto sus aspectos cotidianos como sus matices más profundos”