El asunto se vuelve dramático al contemplar la realidad de México. Violencia incontrolable, feminicidios, manipulación de número de desaparecidos, ultrajes a madres buscadoras, corrupción de la judicatura, corrupción de López Obrador, su familia y sus colaboradores, desabasto de medicinas, secuestro de la bandera, intervención diaria del presidente en las elecciones,
Superando el ¿qué vas a pensar de mí?, así como el ¿por qué no?… los tiempos se dan para que vivan un romancillo. Solo que las edades y los momentos de vida pesan y provocan serias fricciones.
En este proceso electoral, se ha abusado, como nunca, en el uso mediático por parte de distintas candidaturas y sus equipos de campaña, de encuestas y estudios demoscópicos de poca seriedad y rigor metodológico, cuya intención y función principal, es la de incidir en la percepción del electorado, tema que no debiera continuar sin la atención e intervención normativa tanto del INE