La lucha contra el racismo en el fútbol ha cobrado un nuevo rostro con el llanto desconsolado de Vinicius Junior, extremo del Real Madrid y la selección de Brasil
Durante una conferencia de prensa previa al amistoso contra España, el jugador no pudo contener las lágrimas al hablar del calvario que enfrenta por su color de piel.
«Solo los negros saben lo que estoy sufriendo», mencionó Vinicius con la voz entrecortada, evidenciando el dolor y la impotencia que siente ante los constantes insultos racistas que recibe en los estadios.
Un problema que no da tregua. El caso de Vinicius no es aislado. Los jugadores negros son blanco de discriminación racial en diferentes partes del mundo, una situación que lacera su dignidad y afecta su rendimiento deportivo.
Un llamado a la acción. El llanto de Vinicius debe ser un llamado a la acción para todos los actores del fútbol: jugadores, entrenadores, directivos, aficionados y autoridades. Es necesario un compromiso real y contundente para erradicar de una vez por todas el racismo de este deporte.
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No más silencio. Es hora de dejar de lado la indiferencia y alzar la voz en contra del racismo. Es hora de mostrar empatía y comprender el dolor que sufren los jugadores como Vinicius. Es hora de actuar y tomar medidas concretas para que el fútbol sea un espacio donde todos, sin importar su color de piel, puedan disfrutar del deporte con respeto e igualdad.
