En distintas regiones de Chiapas, al menos ocho municipios enfrentan una situación de conflicto marcada por la presencia y la disputa territorial entre grupos del crimen organizado, principalmente en áreas como la frontera y la sierra.
Los municipios más afectados incluyen Frontera Comalapa y Chicomuselo, donde la agrupación conocida como «El Maíz», vinculada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ejerce control. Sus integrantes mantienen un constante bloqueo y vigilancia en las entradas y salidas de estas localidades, obligando a muchos residentes a abandonar sus hogares.
Otros municipios, como Bella Vista, Amatenango de la Frontera, Mazapa de Madero, Motozintla, El Porvenir y Siltepec, también experimentan tensiones debido a la presencia del Cártel de Sinaloa (CS), que busca expandir su dominio sobre Frontera Comalapa y Chicomuselo.
La carretera que conecta La Trinitaria con Motozintla, atraviesa áreas controladas por estos grupos y a menudo es escenario de bloqueos y confrontaciones, como el incidente donde la candidata presidencial Claudia Sheinbaum fue interceptada por hombres encapuchados.
Estas regiones han sido testigos de enfrentamientos constantes, asesinatos, desapariciones, extorsión, reclutamiento forzado y desplazamiento de comunidades enteras. En Pantelhó, de la región de los Altos de Chiapas, el grupo autodenominado autodefensas «El Machete» desplazó a Los Herrera, generando un clima de violencia y tensión.
La lucha por el control político ha provocado un aumento en la violencia, con múltiples homicidios, balaceras, quema de viviendas y desplazamientos forzados. El gobierno local ha sido intervenido por consejos municipales afines a diferentes facciones, lo que ha contribuido a la inestabilidad y el sufrimiento de la población local.
