El número de fallecidos en la asediada Franja de Gaza desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás, hace más de 11 meses, ha alcanzado los 41,200, según informó el Ministerio de Sanidad del enclave, controlado por Hamás. Solo en los últimos dos días, 64 personas perdieron la vida en ataques israelíes.
El Ministerio reportó que en las últimas 48 horas se registraron cuatro masacres contra familias en Gaza, resultando en 64 muertos y 155 heridos que fueron trasladados a hospitales.
Desde que comenzó el conflicto, el número total de víctimas en Gaza asciende a 41,182 muertos y 95,280 heridos. Además, se estima que los cuerpos de unas 10,000 personas continúan sepultados bajo los escombros, sin que los equipos de rescate puedan llegar a ellos debido a las constantes hostilidades.
Uno de los ataques más mortíferos ocurrió este sábado en las cercanías de la escuela Arqam, al noroeste de la Ciudad de Gaza, que sirve de refugio para palestinos desplazados. Mahmud Basal, portavoz de la Defensa Civil de Gaza, informó que cinco personas fallecieron en el bombardeo. Medios locales difundieron imágenes de civiles buscando a sus seres queridos entre las ruinas.
El Ejército israelí confirmó haber atacado dos edificios cercanos a la escuela, alegando que las estructuras eran utilizadas por militantes de Hamás para organizar ofensivas y fabricar armas. Como en anteriores ocasiones, las fuerzas israelíes subrayaron que Hamás emplea a la población civil como escudo humano, y aseguraron haber tomado precauciones para evitar víctimas entre civiles.
En otro incidente, al menos 11 personas, entre ellas cuatro menores y una mujer, murieron en un ataque nocturno contra una residencia cercana a la escuela Shujaiya, en la capital de Gaza. Otras dos personas fallecieron en un bombardeo de artillería en la localidad de Beit Hanoun, en el norte del enclave, según información proporcionada por Basal.
Las negociaciones para un alto el fuego, que incluirían la liberación de más de un centenar de rehenes israelíes retenidos en Gaza, permanecen estancadas. A pesar de los esfuerzos de mediadores internacionales como Estados Unidos, Egipto y Qatar, las conversaciones no han avanzado debido a desacuerdos clave.
El principal obstáculo es la insistencia de Israel, especialmente del primer ministro Benjamín Netanyahu, en mantener una presencia militar en dos puntos estratégicos de la Franja: el corredor Filadelfia, que la separa de Egipto, y el corredor Netzarim, una ruta artificial que divide el territorio en dos.
Por su parte, Hamás ha dejado claro que no aceptará ningún acuerdo que no incluya la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza.
El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna partes de Cisjordania y podría asumir el control de Gaza en una eventual fase de posguerra, advirtió este sábado sobre los intentos israelíes de aislar el norte del enclave. En un comunicado, la ANP alertó que las evacuaciones masivas en esa región podrían ser un preludio a la anexión de áreas clave de Gaza para el establecimiento de nuevos asentamientos.
Desde el inicio de la guerra, Israel ha buscado aislar el norte y sur de Gaza mediante la construcción de una carretera conocida como el corredor Netzarim, utilizada para operaciones militares. En julio, el Ejército israelí ordenó la evacuación total de Ciudad de Gaza, abriendo rutas hacia el sur para que los civiles se dirigieran a una pequeña «zona humanitaria» en la costa, la cual ha sido atacada en varias ocasiones y sigue reduciéndose debido a las constantes órdenes de evacuación.
Algunos ministros del Gobierno israelí, como Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, han expresado su apoyo al establecimiento de colonias israelíes en Gaza, una propuesta que aún no cuenta con respaldo mayoritario. Sin embargo, parte de la sociedad israelí considera que la retirada unilateral de los asentamientos judíos en 2005 permitió a Hamás consolidar su poder en Gaza, lo que derivó en el ataque del 7 de octubre que desató el actual conflicto, en el que murieron unas 1,200 personas y más de 250 fueron secuestradas.
A pesar de estas opiniones, el primer ministro Netanyahu ha asegurado que no tiene planes de promover una política de asentamientos en Gaza una vez finalizada la guerra.