100 nuggets al día: la curiosa alimentación de Bolt en busca del oro.
Usain Bolt no solo es conocido por ser el hombre más rápido del mundo, sino también por su peculiar dieta durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. A sus 21 años y con el objetivo de conquistar dos medallas de oro individuales (100m y 200m), Bolt se enfrentó a un reto inesperado: la comida.
En su autobiografía «Más rápido que un rayo» (2013) y en entrevistas posteriores, el velocista jamaicano relata que la incertidumbre por la comida china lo llevó a tomar una decisión poco convencional: comer 100 nuggets de pollo al día.
«Al llegar a China nos dijeron: ‘no coman fuera de la villa olímpica'», explica Bolt. «No conocía ninguno de los platos y no quería arriesgarme a probar algo diferente que me hiciera enfermar, así que me aferré a lo que conocía: los nuggets de pollo», afirma en una entrevista con GeekWire en 2018.
Más de mil nuggets para conquistar la gloria
A pesar de las críticas que ha recibido por su elección, Bolt defiende su decisión. «Para mí era cuestión de comodidad», asegura. «No quería arriesgarme a que mi cuerpo reaccionara mal a alguna comida desconocida».
La estrategia, aunque poco ortodoxa, parece haber funcionado. Bolt logró su objetivo, ganando dos medallas de oro y batiendo dos récords mundiales. De hecho, sus marcas en los 100m y 200m durante Pekín 2008 (9,69s y 19,30s, respectivamente) no fueron superadas hasta un año después, por él mismo.
Quince años después de Pekín 2008, Usain Bolt sigue siendo considerado el hombre más rápido del mundo. Sus récords aún no han sido superados y su figura se ha convertido en una leyenda del atletismo.
La historia de sus mil nuggets de pollo en Pekín 2008 es una prueba más de su excentricidad y determinación. Un recordatorio de que, incluso para los atletas más talentosos, el camino hacia el éxito no siempre es convencional.