Ayer domingo se celebraron las elecciones al gobierno de la Generalitat de Cataluña. En juego, 135 escaños autonómicos. Concluido el recuento de votos, los resultados obtenidos por los partidos políticos se desglosan de esta manera: Partido Socialista de Cataluña-PSOE, 42 escaños, con una subida de 9 respecto de las elecciones de 2021; Junts, 35 diputados, con incremento de 3 escaños; Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), 20, con una pérdida de 13 diputados; Partido Popular (PP), 15 escaños, con un aumento de 12 diputados respecto a 2021; Vox se queda en los mismos escaños que ya tenía, 11, pero con más votos; Comuns-Sumar, pierde 2 escaños y se queda en 6 diputados; Candidatura de Unidad Popular (CUP), alcanza 4 diputados, perdiendo 1 en comparación con la última legislatura; finalmente, Alianza Catalana (AC) entra por primera vez en el congreso autonómica al conseguir 2 escaños.
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Varios partidos no recibieron el número de votos necesario para hacerse con representación popular. Sorprende el caso del partido Ciudadanos que en 2017 se hizo con 36 diputados y ayer desapareció del parlamento.
El resultado arroja un parlamento fragmentado entre los partidos de izquierda (PSC, ERC, Comuns-Sumar, CUP) y los partidos conservadores (Junts, PP, VOX, AC). En realidad, los bloques no obedecen a ideologías sino a su implicación en el proceso independentista. De este modo se configuran a favor de la emancipación elbloque Junts, ERC, Comuns-Sumar, CUP y AC; y en contra, PSC con reparos, PP y VOX. El principal damnificado ha sido ERC, formación a la que pertenece el todavía presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que esta mañana ha presentado su dimisión como candidato a la reelección y secretario general de la formación.
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La caída de votos de ERC se debe a su apoyo al gobierno central de Pedro Sánchez que no es aceptado por sus votantes. Sale reforzado Carles Puigdemont, secretario general de Junts, que desbanca a ERC en las preferencias y que ya ha manifestado su intención de presentarse como candidato a presidir la Generalitat con el apoyo de las fuerzas independentistas.
El candidato del PSC, Salvador Illa, ha ganado con claridad los comicios, pero no está claro que sea elegido Presidente puesto que Pedro Sánchez necesita el soporte de Junts y ERC en el Congreso de los diputados de España para poder gobernar con cierta estabilidad. Pedro Sánchez está en manos de Carles Puigdemont. Si quiere seguir siendo presidente de España deberá plegarse a las exigencias del líder independentista.
En caso contrario, Junts dejará caer el gobierno de Madrid y se convocarán nuevas elecciones generales. ERC ya ha manifestado que no apoyará la presidencia de Junts a la Generalitat, rechazando una alianza de partidos independentistas. Si ERC no cede, también se celebrarán nuevas elecciones autonómicas el próximo otoño.
Pero estas elecciones arrojan un dato significativo: los partidos independentistas han retrocedido de manera importante, mientras que los constitucionalistas han crecido hasta ser mayoría en el parlamento catalán. Todo indica que el proceso independentista que alcanzó su momento determinante con el golpe de estado de 2017 ha llegado a su fin.