El 23 de julio dará inicio una nueva edición de los Juegos Olímpicos, París 2024, heredera de una larga tradición que se remonta a la antigua Grecia.
Entre los símbolos que identifican a este magno evento, destacan los cinco anillos entrelazados, presentes desde 1914. Pero, ¿qué significado encierra este emblema tan conocido?
Tras la celebración de los primeros Juegos Olímpicos modernos en 1896, Pierre de Coubertin, considerado el padre del olimpismo moderno, presentó en 1914 en París el diseño de los cinco anillos entrelazados. Su simbolismo es profundo y multifacético.
Los cinco anillos están compuestos por colores específicos: azul, amarillo, negro, verde y rojo. Estos colores fueron cuidadosamente elegidos por Coubertin con un objetivo claro: que al menos uno de ellos estuviera presente en las banderas de todas las naciones del mundo. De esta manera, se pretendía simbolizar la unión global que busca promover el movimiento olímpico.
Más allá de la representación cromática, los cinco anillos entrelazados también simbolizan a los cinco continentes habitados: África, América, Asia, Europa y Oceanía. De esta manera, se hace patente la vocación universal de los Juegos Olímpicos, que abarcan a todos los rincones del planeta.
La disposición de los anillos, entrelazados entre sí, no es casual. Esta forma representa la unión y la solidaridad entre los pueblos del mundo. Es un mensaje de fortaleza colectiva que se hace especialmente relevante en el contexto de los Juegos Olímpicos, donde atletas de todas las naciones compiten en un espíritu de sana rivalidad y respeto mutuo.
Desde su presentación en 1914, los cinco anillos olímpicos se han convertido en uno de los símbolos más reconocidos a nivel mundial. Han estado presentes en todas las ediciones de los Juegos Olímpicos desde 1920, y su significado ha calado profundamente en el imaginario colectivo. Más allá de una simple imagen, representan los valores fundamentales del olimpismo: unión, solidaridad, fair play y la búsqueda de la excelencia.
París 2024 será una nueva oportunidad para que el mundo se una bajo la bandera de los cinco anillos. Un recordatorio de que, a pesar de nuestras diferencias, compartimos un mismo planeta y aspiramos a un futuro mejor a través del deporte, la cultura y la paz.