El presidente de Argentina, Javier Milei, ha extendido formalmente una invitación al papa Francisco para visitar su país natal con el objetivo de «cultivar la pacificación y el hermanamiento entre todos los argentinos».
A pesar de las críticas previas durante la campaña electoral, donde Milei llegó a calificar al pontífice como «el representante del maligno en la Tierra que ocupa el trono de la casa de Dios», el mandatario, tras asumir el cargo, ofreció disculpas y extendió la invitación al líder religioso.
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En su carta, Milei expresó su «alta consideración y respeto» por la obra y la figura de Francisco, marcando un cambio notorio en sus opiniones anteriores.
Destacó que la presencia del papa y su mensaje contribuirán a la anhelada unidad nacional, proporcionando la fuerza colectiva necesaria para preservar la paz y trabajar por la prosperidad de la República Argentina.
El presidente reconoció públicamente haber lamentado sus palabras anteriores y agradeció a Francisco por sus «sabios consejos y deseos de coraje y sabiduría» durante una conversación posterior a las elecciones. En su carta reciente, Milei abordó los desafíos económicos del país y solicitó la colaboración de la Iglesia católica en el ámbito social, considerando las medidas de desregulación económica que propone para transformar la situación, a pesar de reconocer que podrían generar inequidades.
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Jorge Mario Bergoglio, invitado a la asunción presidencial de Milei el pasado diciembre, aún no ha confirmado su participación. Dada la salud deteriorada del papa, los viajes oficiales son cada vez menos frecuentes, pero la invitación de Milei destaca un gesto de reconciliación y apertura hacia la colaboración con la Iglesia católica en la construcción del futuro de Argentina.