
Carlos Torres, esposo de la gobernadora Marina del Pilar, presentó su renuncia a los cargos que ocupaba tanto en el Ejecutivo de Baja California como en el Ayuntamiento de Tijuana, donde se desempeñaba como coordinador de proyectos especiales.
En un mensaje difundido a través de sus redes sociales, Torres Torres explicó que tomó la decisión de hacer una “pausa” en los proyectos sociales y de participación pública en los que venía colaborando “de manera honrada y con dedicación”. Añadió que ahora centrará su tiempo en su familia y en otros proyectos personales que tiene contemplados para el futuro.
Esta renuncia ocurre en un contexto marcado por la polémica generada tras la revelación, en el mes de mayo, de que tanto la gobernadora Marina del Pilar como Carlos Torres tuvieron retiradas sus visas por parte del gobierno de Estados Unidos. Esta situación fue motivo de atención pública y especulaciones que, al parecer, influyeron en la decisión de Torres de apartarse temporalmente de sus actividades políticas y sociales.
El anuncio de Carlos Torres ha generado diversas reacciones en la sociedad bajacaliforniana, ya que su papel en proyectos sociales y su cercanía a la gobernadora le habían dado un perfil destacado en la esfera pública. No obstante, su decisión refleja un cambio en su enfoque personal y profesional.
Por el momento, Carlos Torres se dedica a atender asuntos familiares y se mantiene alejado de funciones públicas, mientras define su siguiente paso en el ámbito privado y social.