Venezuela una oportunidad democrática perdida

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El pasado domingo 28 de julio se llevaron a cabo elecciones presidenciales en Venezuela y el resultado de quién ganó la elección es hoy una incógnita. Según el órgano electoral de este país el triunfador de las elecciones presidenciales fue el actual presidente Nicolás Maduro con un 51% de los votos frente al 44% de los votos del candidato opositor Edmundo González. Esta información la conocimos a las 10 de la noche tiempo de México 12 de la noche tiempo Venezuela, en la que según el órgano electoral con el 51% de los votos computados ese era el resultado que arrojaba los votos emitidos y que la tendencia ya era irreversible, en ese comunicado, dado a conocer por el presidente de ese órgano electoral nacional, por lo que el triunfador de estas elecciones ya no podría ser rebasado por la oposición.

Según el proceso de conteo de votos en el órgano electoral de Venezuela estos tendrían que estarse reflejando después del mensaje del Consejo Nacional Electoral en la página oficial de la misma conforme van llegando los resultados de las diferentes regiones del país, sin embargo, este sistema no funcionó y por muchas horas se mantuvo parado, después de tres días informan que fue hackeado y que por lo tanto de los resultados no se pudieron transmitir en tiempo real. Este supuesto hackeo según informaron las autoridades venezolanas se llevó a cabo desde Macedonia e impidió la difusión de datos instantáneos y por lo tanto también los datos no se pueden rescatar y que por lo tanto la información electoral es desconocida, información que desconoce la oposición ya que ellos tienen verificadores en el centro de cómputo y aseguran que si se puede recuperar la información.

El día de hoy conocimos por diversos medios de comunicación que el presidente del Consejo Nacional Electoral de Venezuela otorgó la constancia de mayoría a Nicolás Maduro y la información electoral que sustenta el triunfo no ha sido difundida y se niegan a difundirla porque dicen no tenerla porque está perdida por el hackeo. Es evidente que la información no se quiere hacer pública porque no beneficia al presidente Nicolás Maduro y prefieren la opacidad a la transparencia lo que pone en riesgo la estabilidad, la gobernabilidad y la confianza de ese proceso electoral frente a los ciudadanos venezolanos de adentro como a los que viven en el extranjero, pero también se ponen en duda estos resultados ante la comunidad internacional, que poniendo atención al proceso en Venezuela observaron que los resultados electorales dados a conocer por las autoridades no corresponden con la participación que registraron diversos medios de comunicación y observadores internacionales en el terreno por lo que la desconfianza es muy grande. Nicolás Maduro se reitera ganador del proceso electoral y ha optado por la censura y la persecución política de opositores. En lugar de llamar al diálogo, la paz, la trasparencia y la negociación.

La oposición se ha mostrado mesurada y a diferencia de otros procesos electorales no ha llamado a las movilizaciones y a la confrontación, sino que ha pedido a todos sus representantes de casilla publicar las actas de cómputo de los centros de votación para demostrar que hubo alteración de los resultados electorales por el órgano electoral quien no ha querido difundir los resultados electorales producto de las votaciones de los ciudadanos venezolanos.

Esa información es pública y los datos comprueban que el ganador de las elecciones no fue el presidente Nicolás Maduro que está usurpando el gobierno y que está traicionando el voto de la mayoría de los ciudadanos venezolanos radicados en ese país y en el extranjero lo cual es un duro golpe a su credibilidad y a su legalidad.

El mundo ha reaccionado solicitando transparencia y apego irrestricto a la voluntad popular y hasta no tener esa información clara y precisa no hay reconocimiento del nuevo gobierno, la solución es fácil y rápida presentando las actas y la disputa se diluye.

El gobierno de Nicolás Maduro responde al mundo, retirando sus embajadores de países latinoamericanos que no reconocen su triunfo y que han solicitado transparencia y además señala a organismos internacionales y organizaciones que estuvieron en Venezuela observando el proceso electoral como enemigos y como traidores lo que no beneficia tampoco a su legalidad y a su credibilidad.

Estamos ante una crisis en Venezuela, pero también tiene su impacto en América Latina y el Caribe ya que exacerba los ánimos de la ultraderecha latinoamericana frente a proyectos progresistas o socialdemócratas que buscan el bien común, por culpa de Nicolás Maduro y otros actores que se visten izquierdistas, están condenando a los proyectos progresistas a su desaparición.

Estamos ante una crisis de legalidad y de legitimidad por parte de actores políticos que se dicen la izquierda y derecha y que creen que pueden torcer la ley, utilizar instituciones, cometer fraudes electorales, desconocer la voluntad popular porque creen ellos que sólo ellos tienen el poder y que sólo ellos pueden ejercer los gobiernos y que sólo ellos pueden cambiar sus situaciones nacionales, es una lástima que se utilice la democracia y la voluntad popular para fines personales, de grupo y de poder y no de beneficio común.

Estamos ante una crisis de los modelos ideológicos por qué la Izquierda no representa los valores y principios que impulsa Nicolás Maduro, debemos de tener una discusión profunda y los ciudadanos debemos participar más activamente en las definiciones políticas para que no nos suceda lo que hoy sucede en Venezuela

En Venezuela se perdió una oportunidad histórica de transitar a un gobierno democrático con la participación de todos los actores políticos, generar contrapesos, reencausar la economía y paulatinamente generar las condiciones sociales, políticas y económicas para que millones de venezolanos regresen a Venezuela.

Nicolas Maduro y el Partido Socialista Único de Venezuela, han asesinado el legado de Hugo Chávez y se recordara a Nicolas Maduro como el ultimo dictador de este país.
Con lo sucedido en Venezuela la vía al socialismo del siglo XXI ha muerto, aunque nunca vivió y se le debe a Nicolas Maduro.

Nicolas Maduro se esta quedando solo, los cercanos como Brasil, Chile y Colombia por mencionar algunos gobiernos están marcando su línea roja y países como México seguro serán sede de negociaciones para el fin de la dictadura, se equivocaron y el costo es perder el gobierno y no volver mas a dirigir el país. Con esta realidad venezolana esta claro que no tiene futuro el modelo madurista de gobernar y los países que lo estaban copiando deben retrocede porque su final será trágico y decepcionante.

Espero que las dizque izquierdas del mundo reflexionen y acepten que no hay vía al socialismo, si no es por la vía democrática y la construcción de un Estado Social democrático y de derecho.

Por José Irán Moreno Santos
Presidente Fundación de Estudios Políticos Económicos y Sociales Progresista

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