Pobladores del municipio de Chicomuselo, en el estado de Chiapas, han denunciado una situación de desplazamiento forzado como resultado de la violencia generada por el crimen organizado, así como por las acciones de agentes militares. La comunidad de Nueva América, en Chicomuselo, se vio particularmente afectada cuando agentes del Ejército y la Guardia Nacional destruyeron las barricadas instaladas por los habitantes para protegerse de grupos criminales.
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Según testimonios de los pobladores, este acto provocó un enfrentamiento que puso en peligro la vida de cientos de personas, llevándolas a abandonar sus hogares. A través de un comunicado, la población de Chicomuselo ha lanzado un llamado urgente a la comunidad internacional, destacando que no solo enfrentan la violencia del crimen organizado, sino también ataques por parte de las fuerzas armadas, que están interfiriendo con la sociedad que busca resguardar sus comunidades ante la creciente violencia y los enfrentamientos entre cárteles.
Las comunidades afectadas
Las comunidades afectadas, como Nueva América, Corona del Rosal, Benito Juárez en Chicomuselo, y Chejel, Puerto Rico en Socoltenango, y Nuevo Resplandor en la Concordia, Chiapas, están experimentando un desplazamiento masivo debido a la presencia de fuerzas armadas, incluyendo el Ejército y la Guardia Nacional, que han irrumpido y se han enfrentado con la población tras un conflicto entre cárteles.
Los habitantes de Nueva América han denunciado que los militares acusan injustamente a la comunidad de tener vínculos con grupos criminales, lo que llevó a la incursión en la localidad y la destrucción de las barreras de protección. Durante estas acciones, se informa que los militares utilizaron gas lacrimógeno, amenazaron a la población y señalaron tener identificadas a algunas personas.
A pesar de los intentos de diálogo por parte de los habitantes, los agentes militares se resistieron y recurrieron a la violencia, desencadenando el desplazamiento forzado de cientos de personas debido al miedo y al terror provocados por la violencia en la región.
Los pobladores también han acusado a los militares de actuar exclusivamente contra la población, sin abordar de manera efectiva a los grupos delictivos. Según el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, alrededor de 20 mil personas están desplazadas forzadamente en 15 municipios de Chiapas debido a la violencia de grupos armados que buscan controlar estos territorios.
En los últimos años, las comunidades indígenas de Chiapas han experimentado un aumento en la violencia e inseguridad. Activistas, ONG y comunidades han denunciado un clima de «guerra civil» en el estado debido a conflictos armados, la presencia de grupos del crimen organizado y cárteles del narcotráfico, lo que ha dado lugar a homicidios, desapariciones y desplazamientos forzados, especialmente en comunidades indígenas y afines al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
