El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido condenado a seis meses de prisión y otros tantos exentos de cumplimiento por la financiación ilegal de su campaña presidencial de 2012, en la que gastó casi el doble de lo permitido.
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Se trata de la segunda condena a cárcel que recibe Sarkozy, que ya fue sentenciado a un año firme por tráfico de influencias en otro caso. El exmandatario, que niega los hechos y se considera víctima de una persecución judicial, puede recurrir la sentencia al Tribunal Supremo.
La justicia francesa considera que Sarkozy y su equipo crearon un sistema de falsas facturas a través de una empresa llamada Bygmalion para ocultar los gastos reales de su campaña, que ascendieron a casi 43 millones de euros, frente a los 22,5 millones permitidos por la ley.
Sarkozy, que perdió las elecciones de 2012 frente al socialista François Hollande, presionó para que se multiplicaran los mítines, pese a las advertencias oficiales sobre el elevado tren de gasto de la campaña.
El expresidente, de 69 años, se enfrenta a otros procesos judiciales por la presunta financiación de su campaña de 2007 con dinero del régimen libio de Muamar Gadafi y por haber tratado de presionar a un testigo clave. También está implicado en una investigación por la posible corrupción en la atribución del Mundial de futbol de 2022 a Qatar.