En un nuevo reporte que destaca la vitalidad de las remesas enviadas desde el extranjero, México ha recibido un importante flujo de ingresos durante el mes de febrero de 2024. Según cifras oficiales, el país registró la entrada de cuatro mil quinientos diez millones de dólares (4,510 mdd) en remesas, lo que representa un incremento del 3.75% en comparación con el mismo período del año anterior. Este aumento continúa la tendencia al alza de estos flujos monetarios, que ya habían alcanzado cifras récord en 2023.
Durante los primeros dos meses del año, en un contexto marcado por los preámbulos de los procesos electorales tanto en México como en las primarias en Estados Unidos, las remesas no han mostrado signos de desaceleración. Hasta febrero, la suma acumulada alcanza los nueve mil ochenta y cuatro millones de dólares (9,084 mdd), evidenciando un crecimiento del 3.44% respecto al año pasado.
A pesar de estas cifras alentadoras, el gobierno mexicano proyecta una moderación en el flujo de remesas para el resto de 2024. Esta anticipación se basa en factores como el fin de los apoyos gubernamentales relacionados con la COVID-19 en Estados Unidos, un ahorro privado menos robusto y un mercado laboral que no presenta la misma dinámica del año previo. En 2023, los trabajadores mexicanos y de origen mexicano en EE.UU. disfrutaron de bajas tasas de desempleo y altas remuneraciones, condiciones que impulsaron el envío de remesas.
Este año, las elecciones en Estados Unidos podrían influir en el flujo de remesas, tal como ocurrió en 2016. En aquel entonces, el discurso antimigrante dominante en el periodo electoral contribuyó a un aumento significativo en las transferencias de dinero de connacionales a sus familias en México, sugiriendo un posible efecto similar para este ciclo electoral.
Con el escenario actual y las proyecciones gubernamentales, se evidencia la importancia de las remesas como fuente de ingresos para muchas familias mexicanas y su impacto en la economía nacional. Aunque se espera un ritmo más moderado en el flujo de remesas, el gobierno y los analistas mantienen una vigilancia estrecha sobre estos movimientos financieros que reflejan tanto condiciones económicas como sociales que afectan a los mexicanos en ambos lados de la frontera.