En el marco de cumpleaños, celebraciones importantes y especialmente en el Día de la Virgen de Guadalupe, la canción «Las Mañanitas» resuena con alegría y devoción en la Basílica cada 12 de diciembre. Pero, ¿cuál es el misterioso origen de esta melódica tradición?
El origen de las mañanitas
No existe un origen claro de «Las Mañanitas», ya que, a diferencia de muchas otras canciones, esta pieza musical se gestó de manera colectiva, con la participación de numerosas personas a lo largo del tiempo hasta alcanzar la forma que conocemos hoy.
Una de las teorías que intenta rastrear los orígenes de esta emotiva canción nos lleva a la España medieval, específicamente a la música creada por los judíos sefardíes. Estos eran residentes de la península ibérica, también conocida como Sefarad, y dejaron una huella importante en la cultura musical de la región.
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Los sefardíes eran conocidos por componer breves y melodiosas piezas musicales con letras inspiradas en la poesía lírica española. Sus composiciones versaban sobre el amor, las bodas e incluso incluían canciones de cuna, dando origen a un género musical conocido como romanza.
Aunque el camino preciso que condujo a «Las Mañanitas» hasta convertirse en un homenaje a la Virgen de Guadalupe no está completamente documentado, esta conexión con la música sefardí ofrece una fascinante perspectiva sobre la diversidad cultural que contribuyó a la formación de esta tradición tan arraigada en la cultura mexicana.
Así, mientras entonamos con devoción las Mañanitas en honor a la Virgen de Guadalupe, recordamos que la riqueza cultural y musical de diferentes épocas y lugares se entrelaza en esta emotiva expresión que perdura a lo largo de los siglos.
