Tras la victoria de Claudia Sheinbaum, los mercados mostraron su nerviosismo con dos consecuencias inmediatas: la depreciación del peso respecto del dolar en un 8% y la caída de la bolsa mexicana de valores en 3.9%.
El trasfondo era el anuncio de Andrés Manuel López Obrador, pocos días antes de los comicios, de que turnaría otra vez al nuevo Congreso y Senado emanados el 2 de junio las reformas constitucionales frenadas en febrero al carecer de mayoría calificada en ambas cámaras.
El día de las elecciones no sólo se confirmó el apabullante triunfo de Sheinbaum, sino la obtención de la alianza Sigamos Haciendo Historia (Morena, Partido Verde de México y Partido del Trabajo) de mayoría calificada en el Congreso y el Senado. En este último se ha quedado a dos escaños. Entre las reformas propuestas, destaca la del Poder Judicial que implica la desaparición de la independencia de los tres poderes del Estado para someterse al titular del Ejecutivo. La reacción de los inversionistas ante la posibilidad de reformar la Justicia provocó la pérdida de valor de la moneda y otros efectos económicos.
Lo que era presentimiento se transformó en certeza al día siguiente al anunciar Andrés Manuel en La Mañanera que tramitará las reformas una vez constituido el Congreso y Senado el 1 de septiembre. Andrés Manuel dejará la presidencia el 30 de septiembre, de manera que tiene un mes para aprobarlas.
Después de esta declaración volvió a devaluarse el peso, afectado también por las declaraciones de Ignacio Mier que anunció que la primera tarea de las nuevas cámaras sería la tramitación de las reformas.
Ricardo Monreal salió esa misma tarde a tranquilizar a los mercados al insistir en la necesidad de diálogo y acuerdo para implementar las reformas entre todas las fuerzas políticas. A las pocas horas, la misma Claudia Sheinbaum confirmó como titular de la secretaría de Hacienda en su gabinete a Ramírez de la O con el propósito de serenar a los inversionistas y, además, declaró la posibilidad de convocar a un congreso abierto para discutir el paquete de reformas.
Al día siguiente, Andrés Manuel confirmó que las reformas se tramitarán en cuanto se integren las nuevas cámaras incidiendo de nuevo en la pérdida de valor del peso y la caída de la bolsa mexicana.
Los mercados ya asumen que la reforma judicial es imparable y la incertidumbre impide adoptar decisiones.
Este lunes se reunieron Claudia Sheinbaum y López Obrador para tratar el asunto de las reformas. Concluida la reunión, Sheinbaum declaró que las reformas se turnarán al Congreso y Senado en cuanto sea posible, asumiendo al completo el discurso de López Obrador. Los inversionistas no sólo volvieron a intranquilizarse ante el anuncio, sino frente a la posibilidad de que López Obrador rehabilite el maximato en este sexenio.
Este martes Claudia Sheinbaum ha enviado otro mensaje a los mercados con objeto de tranquilizarlos diciendo que “no tienen nada de qué preocuparse los inversionistas nacionales y extranjeros, México es un Estado libre y soberano donde hay Estado de derecho y certidumbre. Procuramos la justicia en todos los sentidos”.
Añadió en su mensaje que propondrá que se realice una consulta popular para conocer la opinión de los ciudadanos sobre la reforma del Poder Judicial, aunque avisó de que en sus reuniones con la gente durante la campaña le transmitieron la corrupción de la justicia.
