Las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) son un tema crucial en la salud sexual, sin embargo, la falta de comprensión sobre sus síntomas y prevención sigue siendo un problema generalizado. Estas infecciones, que incluyen bacterias, virus, parásitos y hongos, se transmiten principalmente a través del contacto sexual y afectan a hombres y mujeres por igual. Aunque algunas ETS son asintomáticas, otras pueden presentar síntomas fácilmente detectables.
¿Qué son las ETS? Las ETS son infecciones causadas por diversos patógenos transmitidos durante el contacto sexual. Aunque los síntomas varían, el uso constante de protección durante las relaciones sexuales es crucial para prevenir su transmisión.
Principales ETS y sus síntomas
- Clamidia: Flujo abundante, sangrado anormal y dolor durante las relaciones sexuales y la micción. Puede ser asintomática y afectar el cuello uterino, la uretra y el recto.
- Gonorrea: Ardor al orinar, flujo vaginal amarillento e irritación anal. Los síntomas suelen aparecer entre 1 y 14 días después del contacto sexual.
- Sífilis: Infección transmitida a través del sexo oral, vaginal o anal. Los síntomas pueden asemejarse a los de una gripe común, lo que dificulta su identificación.
- Herpes genital: Ulceraciones dolorosas alrededor de la vagina, pueden surgir mucho después de la infección. Puede transmitirse por sexo oral.
- VIH / SIDA: Destruye las células del sistema inmunológico, debilitando la capacidad del cuerpo para defenderse contra otras infecciones. Se transmite a través de la sangre, fluidos vaginales o leche materna.
- Tricomoniasis: Causa flujo vaginal anormal, picazón y molestias abdominales. La mitad de las mujeres no presenta síntomas.
- Condilomas (HPV): Verrugas genitales que pueden llevar al desarrollo de cáncer de cuello uterino. Se transmite por contacto piel con piel o relaciones sexuales.
- Candidiasis: Inflamación vaginal y exceso de flujo blanquecino causados por el hongo cándida. Se puede transmitir sexualmente.
Prevención y Tratamiento de las ETS
- Uso de preservativos en cada encuentro sexual.
- Reducción del número de parejas sexuales.
- Comunicación abierta sobre sexo seguro con la pareja.
- Pruebas de detección de ETS regulares para descartar infecciones o facilitar un tratamiento temprano.
Es crucial recordar que la mayoría de las ETS pueden tratarse y eliminarse si se detectan a tiempo. Ante cualquier síntoma, consultar a un médico es fundamental para recibir el tratamiento adecuado. La prevención y el conocimiento son las mejores herramientas para abordar las ETS y mantener una buena salud sexual.
Por: Ingrid Castillo
