En un acontecimiento inusual en el sur de México, una ballena jorobada fue encontrada muerta en la playa de la zona Diamante de Acapulco, Guerrero. Este viernes, comenzaron las labores para sepultar al animal, que medida aproximadamente 15 metros de longitud y pesaba alrededor de 20 toneladas.
José Carlos Gómez, prestador de servicios turísticos, expresó su sorpresa ante el hecho, destacando que nunca antes había ocurrido que una ballena encallara en esa zona. Se especulan diversas razones para el encallamiento, desde enfrentamientos con otras criaturas marinas hasta la defensa de su cría ante posibles amenazas.
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Turistas hospedados en condominios de lujo de la zona Diamante, afectada previamente por el huracán Otis categoría 5, acudieron a la playa para capturar imágenes con la ballena de fondo. La presencia del cetáceo generó curiosidad y cierto desconcierto entre los visitantes, quienes, en algunos casos, evitaban acercarse debido a los malos olores.
Según Gómez, la ballena aparentemente llevaba varios días sin vida en el agua, y su color original azul se transformó en tonos dorados debido a la exposición al sol.
El lugar está resguardado por elementos de la Policía Estatal, la Dirección de Ecología y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), quienes supervisan las operaciones. Se insta a las personas a mantenerse alejadas debido a los gases tóxicos emitidos por el cadáver, advirtiendo sobre posibles riesgos de explosión.
Dada la magnitud de la ballena, con 15 metros de longitud y su avanzado estado de descomposición, las autoridades de Promotora de Playas de Acapulco iniciaron la excavación de un hoyo para enterrar al animal directamente en la playa. Esta medida también se justifica por la falta de instalaciones adecuadas en Acapulco para el retiro de cetáceos de este tamaño. Las autoridades ambientales destacan que las ballenas jorobadas están catalogadas como especies sujetas a protección especial, además de ser consideradas atractivos turísticos según la Norma Oficial Mexicana 059.