En medio de los tradicionales vibradores, muñecas y arneses de cuero que adornan una feria de productos para adultos en Shanghái, una nueva tendencia está cautivando la atención de los visitantes: los juguetes sexuales impulsados por inteligencia artificial.
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Entre las muñecas hiperrealistas y los vibradores, los productos inteligentes están ganando terreno rápidamente. Empresas europeas y norteamericanas ya están ofreciendo productos que permiten el amor a distancia e incluso se aventuran en un territorio futurista: el sexo con robots.
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El uso de la inteligencia artificial ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos dos años. «Pero aún estamos en las etapas iniciales», señala Hannes Hultman, director de ventas para Europa de la empresa china Svakom, una de las pioneras en el sector de los «teledildonics», un término que describe encuentros sexuales virtuales que emplean tecnología para replicar y ampliar la interacción sexual humana.
El más llamativo
Uno de los productos más destacados es un masturbador que, gracias a la inteligencia artificial, puede sincronizarse con una película pornográfica. También puede imitar los movimientos de los actores en la película y recrear las sensaciones. La empresa también ha lanzado programas de conversación erótica en colaboración con otras marcas.
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«Hasta puede solicitarle a la inteligencia artificial que tome el control de su juguete sexual», explica Hultman. «Puede crear su propia novia virtual y pedirle que interactúe con usted. De hecho, ahora puede experimentar sensaciones en su propio cuerpo a través de este juguete».
El uso de inteligencia artificial en este sector plantea también interrogantes éticas sobre la privacidad