El firmamento de la Ciudad de México sorprendió con inusuales formaciones nubosas, desatando especulaciones sobre la presencia de OVNIs. Sin embargo, detrás de este fenómeno visual, se revela una explicación fundamentada.
A través de la plataforma social X (Twitter), usuarios propagaron el avistamiento de nubes peculiares que adornaron el cielo capitalino durante el atardecer del 10 de enero.
El asombro que suscitaron estas extrañas nubes en CDMX se reflejó en la viralización de las fotografías compartidas por numerosos usuarios, quienes capturaron el insólito acontecimiento. La presencia de estas formaciones desató diversas teorías conspirativas en las redes.
En un instante, cibernautas asociaron las nubes con Objetos Voladores No Identificados (OVNIs), ya que para muchos, su aspecto evocaba imágenes de la película «Arrival» u otras producciones cinematográficas sobre extraterrestres.
Con cierto toque de humor, algunos afirmaron que se trataba de una madre nodriza «dejando a sus retinianos» a plena luz del día. No obstante, las extrañas nubes avistadas en CDMX tienen una explicación científica, identificadas como nubes lenticulares (Altocumulus lenticularis).
Es relevante subrayar que las nubes lenticulares adoptan una forma similar a la de una lente convergente o un platillo volador, lo que, en la cultura popular, suele generar confusiones con los OVNIs.
Este fenómeno meteorológico estacionario, conocido como nube lenticular, es más común en otoño y en áreas montañosas. Sin embargo, su formación en lugares como CDMX está vinculada al flujo de aire y los obstáculos presentes, como los edificios de la zona.
Los expertos aseguran que las nubes lenticulares, a menudo confundidas con OVNIs, generan vientos días después de su formación, despejando la incertidumbre que rodea a estos sorprendentes avistamientos.