El alcalde de Taxco, Mario Figueroa, denunció la falta de coordinación entre los tres órdenes de Gobierno como la principal causa que permitió el linchamiento de una persona presuntamente implicada en el secuestro y asesinato de la niña Camila. El hecho, según el edil, se vio agravado por la retirada de la Policía Estatal en momentos críticos, lo que dejó a las fuerzas municipales en desventaja para controlar el tumulto generado.
En un esfuerzo por localizar a Camila tras su desaparición, el municipio desplegó elementos de Protección Civil, Tránsito y Policía Municipal. Según Figueroa, su administración actuó de manera inmediata, incluso logrando identificar y localizar a los presuntos responsables en su domicilio.
Figueroa indicó que, tras entregar el caso al Ministerio Público y asegurar la zona con una patrulla municipal, una demanda popular para entrar en la vivienda de los sospechosos desató el desorden. Este incidente culminó en el linchamiento de Ana Rosa N. y agresiones hacia uno de sus hijos, en un escenario marcado por la ausencia de apoyo estatal y la inacción de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero, que no emitió a tiempo las órdenes necesarias para proceder legalmente.
Ante este panorama, el alcalde ha solicitado a la Fiscalía General de la República (FGR) tomar cartas en el asunto, buscando así evitar la impunidad. Paralelamente, anunció acciones para fortalecer el tejido social en el municipio, junto con la presidenta del DIF, su esposa.
Como medida inmediata, Mario Figueroa ha pedido la separación del cargo de Doroteo Eugenio Vázquez, secretario de Seguridad de Taxco, tras hacer declaraciones que revictimizaban a la madre de Camila. Vázquez ofreció disculpas posteriormente durante una entrevista radiofónica.
El caso ha despertado una amplia condena y llama a una reflexión sobre la coordinación y efectividad de las autoridades en todos los niveles de gobierno para proteger a la ciudadanía y garantizar la justicia.
