Ana Rosa Díaz Aguilar, mujer implicada en el secuestro y feminicidio de Camila en Taxco y linchada por una turba enojada el pasado 28 de marzo de 2024, ha sido finalmente sepultada. El entierro, marcado por la desolación y la ausencia de familiares y amigos, tuvo lugar el lunes 8 de abril en un cementerio de Iguala, Guerrero, a once días de su muerte.
Díaz Aguilar, junto con sus hijos Juan Alfredo N y Axel Alejandro N, enfrentaron la justicia popular a manos de los vecinos de Taxco tras ser acusados del crimen contra Camila. Tras el linchamiento, el cuerpo de Ana Rosa permaneció en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Iguala por ocho días, un retraso atribuido al temor de la familia a represalias.
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La familia finalmente reclamó el cuerpo el viernes 5 de abril, en un acto que no fue ampliamente divulgado y solo se hizo público días después. La entrega se realizó a las 3:30 de la tarde a Josefina Díaz, madre de Ana Rosa, quien contaba con el documento necesario desde el primer día pero decidió esperar debido a la escalada de violencia.
La policía estatal de Guerrero ofreció su apoyo y acompañamiento a la familia desde los primeros días, brindando seguridad durante el proceso de entrega del cuerpo y el posterior entierro. A pesar de los esfuerzos por mantener la discreción, medios locales como el diario Réplica publicaron fotografías del desolado sepelio, destacando la ausencia de acompañantes durante el último adiós a Ana Rosa.
