La empresa farmacéutica AstraZeneca ha reconocido ante un tribunal británico la posibilidad de que su vacuna contra el COVID-19 pueda provocar trombosis como un efecto secundario poco común. Esta admisión surge en respuesta a una demanda presentada por un grupo de individuos que alegan haber sufrido graves consecuencias tras la vacunación.
Según documentos presentados ante el Tribunal Superior del Reino Unido en febrero, AstraZeneca reconoció que su vacuna puede, en casos muy raros, desencadenar Trombosis con síndrome de trombocitopenia (TTS). La empresa afirmó que el mecanismo causal de estos eventos es desconocido y que el TTS puede ocurrir incluso sin la administración de la vacuna. Sin embargo, la causalidad en cada caso será determinada por la evidencia presentada por expertos.
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Las cifras de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios británica (MHRA) sugieren que al menos 81 muertes en el Reino Unido podrían estar relacionadas con la reacción adversa de coagulación observada en personas con bajos recuentos de plaquetas.
A pesar de estos hallazgos, AstraZeneca había inicialmente negado que su vacuna estuviera asociada con la trombosis. Sin embargo, en abril de 2021, la Autoridad Europea del Medicamento (EMA) concluyó que la aparición de trombos debería considerarse como un efecto secundario raro de la vacuna.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha reconocido la posibilidad de esta forma rara de trombosis, denominada síndrome de trombosis con trombocitopenia, aunque aún no se ha confirmado una relación causal definitiva.
Los efectos secundarios comunes de la vacuna de AstraZeneca incluyen dolor de cabeza, malestar general, fiebre, dolores musculares, náuseas y vómitos, los cuales suelen ser transitorios y pueden tratarse con paracetamol. Sin embargo, se recomienda buscar atención médica si se experimenta un dolor de cabeza persistente e intenso que empeora con el movimiento, así como petequias o hematomas fuera del lugar de la inyección.
El gobierno británico ha implementado un plan de compensación para aquellos afectados por las vacunas, aunque algunas personas afectadas consideran que la compensación ofrecida es insuficiente. La mayoría de los pagos realizados bajo este plan hasta febrero de este año fueron otorgados a personas que recibieron la vacuna de AstraZeneca.
