El Gobierno de México está alistando la apertura de una nueva estación migratoria en medio del desierto de Chihuahua, a 72 kilómetros al sur de Ciudad Juárez, en el norte de México. Esta nueva estación migratoria surge como alternativa después del incendio que ocurrió en las instalaciones del Puente Lerdo en Ciudad Juárez, el cual dejó a 40 migrantes muertos.
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La nueva estación migratoria será ubicada en las ruinas de lo que fue la aduana interna de Juárez, en el kilómetro 72 de la carretera Panamericana. Estas instalaciones quedaron abandonadas desde el 28 de noviembre de 2013, cuando el entonces presidente Enrique Peña Nieto decidió eliminar varios puntos de revisión fiscal paralelos a la frontera con Estados Unidos.
El comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, indicó que están en proceso de integrar un albergue en el kilómetro 72, en lo que era la garita, para poder tener un espacio adaptado para la habitabilidad de los migrantes.
Con esta nueva estación migratoria, se busca resarcir la falta de una estación migratoria en Ciudad Juárez desde marzo de 2023, cuando ocurrió el incendio en las instalaciones anteriores. Ciudad Juárez ha sido el epicentro de la migración de México y Centroamérica hacia Estados Unidos, por lo que esta nueva estación migratoria es una medida importante para atender a los migrantes en la región.
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Es importante mencionar que durante este tiempo, el Instituto Nacional de Migración ha contado con dos estancias para familias migrantes en Ciudad Juárez, una en las instalaciones del Cruce Internacional Zaragoza y otra en una carpa-albergue cerca del cruce internacional Lerdo-Stanton.
Las instalaciones abandonadas donde se ubicará la nueva estación migratoria se encuentran en medio de la carretera entre Ciudad Juárez y Chihuahua. Cuentan con un predio de 20 hectáreas, un edificio principal de 800 metros cuadrados y un edificio secundario de unos 350 metros cuadrados. Además, hay seis cobertizos donde los vehículos particulares y de carga esperaban las revisiones aduaneras.
Las instalaciones se encuentran completamente abandonadas y vandalizadas, sin mobiliario e incluso han sacado el cableado de los muros. El comisionado Garduño no dio más detalles sobre las adecuaciones que se necesitarán hacer en las viejas instalaciones de la aduana, pero mencionó que están buscando a la empresa que se encargará de la reconstrucción.
El flujo migratorio en los últimos años ha rebasado cualquier previsión y capacidad de la normatividad vigente. Según Garduño, el flujo migratorio es históricamente extraordinario, con millones de migrantes en el mundo y millones de migrantes pasando por México hacia Estados Unidos.