El bono de esperanza de Claudia Sheinbaum está en la seguridad

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Sobre la presentación del gabinete que anunció la presidenta electa Claudia Sheinbaum y los nombres que se barajan, no debe de existir mucha discrepancia. Son los nombres que suenan en Morena, los nombres que suenan entre algunos de los cercanos a Claudia, los nombres de algunos que se auto promueven y que estarían felices de ser incluidos donde ellos mismos se colocan, pero al final son solo nombres de personajes de alguna relevancia en Morena o con alguna cercanía con la nueva presidenta o el mismo Andrés Manuel López Obrador.

Hoy se pueden afirmar algunos fichajes que le vendrían bien al gobierno entrante que debe significarse por traer a personalidades bien preparadas, capaces y con el interés de ayudar a la presidenta a sacar al país adelante y a los mexicanos a tener mejores oportunidades, paz y certeza.

De entre los nombres que sin duda estarán, destaco sin duda a Omar García Harfuch, un hombre que puede definir su trascendencia en la eficiencia de su trabajo en materia de seguridad; lo demostró desde que fue Comisario en Guerrero con la policía Federal, en la Agencia de Investigación Criminal de la fiscalía general de la República y con más impacto mediático, en la policía de la ciudad de México. Es Omar el responsable de algunas de las cosas buenas que en campaña pudo presumir la candidata presidencial de Morena, es el personaje más atractivo para propios y extraños dentro de las filas de Morena, alguien con quien todos quieren una foto y de quien todas y todos esperan un consejo. De a poco se convirtió en el gurú de la seguridad de México, y más de un candidato o candidata en sus campañas locales lo presumían al habar de la asesoría y cercanía que tendría con sus gobiernos en temas de seguridad.

García Harfuch debe su acomodo, su trascendencia y su relevancia a una sola cosa, la eficiencia en su desempeño. Eso lo logra con conocimiento pleno del área en que se desempeña que tiene que ver con la seguridad, pero al lado y del lado de los civiles. Le quedara una gran tarea; volverle el rostro ciudadano y el carácter de civil a la policía, con una fuerza militar y poder creciente de las fuerzas castrenses, ese rubro se antoja lo más complicado de enfrentar. Tendrá que regresarle el respeto perdido a las fuerzas del orden, que los policías de caminos o quien vigile las carreteras tengan nuevamente el control sobre los caminos, que los transportistas se sientan seguros, que los ciudadanos que circulamos por carretera volvamos a confiar en esa fuerza de orden que se perdió.

Harfuch tendrá que rehacer el mostró en que se convirtió la policía. Deberá hacer algo para desmilitarizar a la Guardia Nacional, o regresarla a los cuarteles y hacer una nueva fuerza civil. Tendrá que hacer que las policías municipales se fortalezcan con un plan de Nacional de Seguridad que regrese el respeto a esas policías de primer contacto, deberá ayudar a que las policías estatales sean eficientes y se alejen de la corrupción. Cada policía bien tratado, bien remunerado y con prestaciones, será un verdadero guardián de la sociedad y estará lejos de las tentadoras garras del crimen organizado.

El trabajo que le viene a Omar al frente de la seguridad del país es tan relevante y trascendente, que ahí se juega una buena parte del bono de credibilidad y esperanza el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo.

Por @JorgeCamachoMEX

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