Diría mi abuela: “será el sereno”, pero desde aquel lamentable 5 de marzo cuando las barras de Querétaro y Atlas se enfrentaron en una batalla campal en el estadio La Corregidora, lejos de menguar en los hechos violentos alrededor del futbol, parece que hasta los hicieron más visibles.
El domingo 21 de enero del 2024 quedará marcado como otra de las fechas más lamentables y tristes del futbol mexicano porque ahora sí ya cobraron una víctima fatal que salía de disfrutar un partido de futbol y terminó en tragedia cuando una camioneta arrolló a aficionados rayados.
Es lamentable que un estadio de futbol sea escenario de la furia y fustraciones de algunos, es una pena que como afición haya algunos que no sepan comportarse a la altura de los valores esenciales que el deporte mismo pregona, sin embargo, también este tipo de conductas es el reflejo fiel e inequívoco de una sociedad afectada por la violencia, de una sociedad falta de educación que a la menor provocación enciende en furia y entonces no le importa lastimar al prójimo.
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Por definición la masa es una agrupación que ofrece anonimato al individuo y es ahí en donde muchos fincan el “valor” para hacer lo que en su sano juicio y solos jamás harían. Esto se ha convertido en el pan nuestro de cada estadio y por si fuera poco en un suceso cada vez más repetido y para sorpresa de todos ya ni siquiera es necesario pertenecer a un “grupo de animación” sino que ahora son aquellos aficionados “comunes” los protagonistas de los incidentes.
Lo triste de todo esto es que las autoridades de la Liga Mx, que conocen de sobra todo esto, no han sido capaces de combatir y sobre todo prevenir eventos como el vivido en Torreón y lejos de ello tratan de resolverlo con un comunicado donde nombran como responsable de la investigación a alguien como Héctor Canchola, jefe de sguridad de la Liga Mx.
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¿Sabemos quién es Héctor Canchola? Pues ni más ni menos que el hombre que casi termina a golpes con Jesús Corona tras la final entre Cruz Azul y Santos por impedirle el acceso al hijo del legendario arquero que quería festejar con su padre. De aquel suceso se derivó una sola sanción: la suspensión al entonces portero de la máquina por dos juegos. Él es el encargado de la seguridad de la Liga Mx. ¡En manos de quién estamos!
Señor Mikel Arriola es necesario poner atención en la seguridad de los aficionados, ellos son quienes hacen una liga, ellos son quienes llenarán el estadio o quienes terminarán por irse al no existir las garantías suficientes y por si tiene la duda, no, un “fan id” no es suficiente porque además no siempre se revisan todos a la entrada de los eventos y se lo digo por experiencia.
Urge que las autoridades civiles, federales y del deporte se pongan a trabajar porque un evento deportivo debe ser vida, alegría y festejo, todo lo demás sobra. Mientras ¡qué la pelota siga rodando!
