No tengo duda de ser testigo del surgimiento de uno de los mejores ciclistas del mundo.
Hace unas semanas el nombre de Isaac del Toro solo era conocido por un reducido grupo de amantes del deporte de la bicicleta, hoy un país entero sabe de su existencia y reconoce su esfuerzo personal y el de su familia por llegar hasta donde hoy está.
Nadia suponía lo que hoy nos llena de felicidad; más días con maglia rosa para alguien de 21 años, una etapa ganada, llegar líder a la penúltima etapa.
Nos quedamos con ese sabor extraño, es histórico lo que hizo, pudo ganar, pero como él dice, es “el primer perdedor”.
No sé si Carapaz no quiso ayudar, o Del Toro no salió a cortar la fuga a tiempo, no sé si obedecía una estrategia del equipo que también parece que lo dejó solo al final, pero si se que hoy este joven es una realidad.
Mañana lo veremos en Roma, después de haber pasado su mayor lección y será segundo en la general.
Lo volveremos a ver y nos dará muchas más buenas noticias.
