La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo un llamado contundente a las autoridades judiciales mexicanas para que investiguen con minuciosidad y de manera exhaustiva el asesinato del periodista Roberto Carlos Figueroa Bustos, ocurrido el 26 de abril en Morelos, y del locutor Martín Antonio Olivier Rodríguez, el 7 de mayo en Puebla. Urgió a identificar a los responsables y evitar que estos crímenes queden impunes. «Es imperativo agotar todas las hipótesis criminales relacionadas con la labor profesional de las víctimas», subrayó.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recordó que los asesinatos de periodistas representan la forma más grave de censura y vulneran el derecho a la libertad de expresión tanto a nivel individual como colectivo, al generar un clima de temor y silenciamiento entre sus colegas, además de afectar el derecho de la sociedad a acceder a la información y a las ideas.
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En un comunicado, la relatoría de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó que Figueroa Bustos fue secuestrado en la mañana del viernes 26 de abril y, a pesar de que su familia pagó un rescate, el periodista fue encontrado sin vida dentro de un vehículo en el poblado de Coajomulco, en Huitzilac, Morelos.
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En cuanto a Martín Antonio Olivier Rodríguez, se reportó como desaparecido por su familia la noche del lunes 6 de mayo, y su cuerpo fue descubierto el martes 7 de mayo, abandonado en un taxi y con signos de violencia.
La relatoría destacó que según el principio 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión, los Estados tienen la responsabilidad de prevenir y investigar estos crímenes, castigar a los responsables y garantizar una reparación adecuada a las víctimas.