En la frontera sur de México, el temor ante una posible nueva presidencia de Donald Trump en Estados Unidos se intensifica. Empresarios y migrantes advierten sobre las repercusiones de las propuestas del candidato republicano, que incluyen la imposición de aranceles a productos mexicanos y deportaciones masivas.
Organismos empresariales han manifestado preocupación tras las declaraciones de Trump en la reciente Convención del Partido Republicano. Durante el evento, Trump afirmó que, de ganar en noviembre, impondrá aranceles a los productos mexicanos, deportará a los indocumentados de forma masiva y cerrará la frontera con México.
Aunque la posibilidad pueda parecer lejana, en Tapachula, la principal ciudad en la frontera sur de México con Centroamérica, ya se anticipan repercusiones. Esta urbe, que se ha convertido en un epicentro de la migración regional, es parte de los planes del gobierno mexicano para convertirse en una zona industrial enfocada en el comercio internacional.
Carlos Carrasco, presidente del Corredor Turístico Gastronómico de la Frontera Sur, expresó su preocupación: “Desgraciadamente, esto impactará no solo nuestra actividad económica, sino todas las actividades”. Señaló que, si Trump vuelve a la Casa Blanca, las restricciones migratorias provocarían que los migrantes se quedaran atrapados en México, especialmente en la frontera sur.
Carrasco estimó que cerca de 2 mil comercios establecidos en ciudades como Tapachula, Tuxtla Chico, Metapa, Frontera Hidalgo y Ciudad Hidalgo podrían verse afectados. “Van a buscar estrategias para que la gente no siga caminando y no se vaya quedando, lo que ha incrementado la sobrepoblación”, añadió.
Un fenómeno migratorio que no cesa
Con las actuales presiones del presidente estadounidense Joe Biden, la migración irregular interceptada por México ha aumentado en un 650% en lo que va del año. El gobierno mexicano ha interceptado casi 1,4 millones de migrantes de enero a mayo.
Ante la posible vuelta de Trump al poder, migrantes varados en Tapachula temen un aumento de los abusos contra ellos. “Es algo terrible porque pasamos la selva, hambre, y muchos son violados y asesinados. No merecemos eso, merecemos apoyo”, declaró Gladys, una migrante ecuatoriana.
Un golpe económico transfronterizo
El proteccionismo comercial de Trump y la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) preocupa a César García Jiménez, presidente del Grupo de Comerciantes y Empresarios del Centro de Tapachula. “Vamos a tener grandes problemas económicos y migratorios. En cuanto a lo económico, quiere aumentar los aranceles para los productos mexicanos, y es capaz de prohibir la importación de productos como el aguacate”, manifestó García Jiménez.
Ante estas inquietudes, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha pedido “no alarmarse” por las declaraciones de Trump, considerándolas parte de la campaña electoral. “Ya le expresé amablemente en una carta al ex presidente Trump que en tiempos electorales se exacerba la retórica y hay demasiada pasión”, dijo en su conferencia matutina.
Sin embargo, García Jiménez instó a la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, quien asumirá el 1 de octubre, a preparar un plan para lidiar con la posible presidencia de Trump. “Será un gobierno muy complejo si Trump gana. A México no le conviene, él está jugando con los migrantes”, observó.