Las recientes lluvias en diversas regiones de México han sido insuficientes para llenar las presas en algunos estados afectados por una prolongada sequía. En cuatro entidades, los niveles de agua en sus embalses han disminuido respecto a abril pasado, mientras que en otras dos, los incrementos han sido mínimos, dejando la situación hídrica en un estado crítico.
Estados en crisis hídrica
En Baja California, Chihuahua, Coahuila y Tlaxcala, el nivel de agua en las presas ha seguido descendiendo, según el Monitoreo de las Principales Presas de México del Sistema Nacional de Información del Agua. Chihuahua, por ejemplo, vio cómo sus presas pasaron de estar al 47.4% de su capacidad en abril, a solo 36.6% en agosto. Particularmente preocupante es la situación de la presa Las Lajas, en el municipio de Buenaventura, que se encuentra al 2% de su capacidad.
Coahuila enfrenta una situación similar, con sus embalses reducidos del 51.2% al 37.2% de capacidad. La presa Internacional La Amistad, ubicada entre Acuña, Coahuila, y Del Río, Texas, está apenas al 12% de su capacidad, lo que agrava el cumplimiento del tratado de 1944 entre México y Estados Unidos sobre el reparto de aguas.
Mínimo incremento en Sinaloa y Sonora
Aunque en Sinaloa y Sonora las lluvias han sumado algo de agua a sus embalses, el aumento ha sido marginal. Sinaloa pasó del 17.6% al 20% de su capacidad en agosto, una situación crítica para uno de los principales estados agrícolas del país. La falta de agua ha obligado a los campesinos a reducir drásticamente la siembra de cultivos como el maíz blanco.
En Sonora, la situación es aún más extrema, con un incremento del 12.6% al 13.7% en la capacidad de sus presas, manteniéndose como el estado con menos agua en sus embalses en todo el país.
Estados con mejoría en reservas
Contrariamente, estados como Morelos, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas han visto una mejora significativa en sus reservas de agua, aliviando en parte la crítica situación que enfrentaban. San Luis Potosí es el caso más destacado, con sus embalses pasando del 10% al 89.3% de su capacidad entre abril y agosto.
Esta información subraya la desigual distribución de las lluvias en el país y la persistente crisis hídrica en algunas regiones clave, afectando tanto el consumo humano como la actividad agrícola.
