Colectivos de mujeres rastreadoras han descubierto diez cuerpos enterrados en fosas clandestinas en el municipio fronterizo de Nogales, generando una movilización significativa de personal policial y pericial. Utilizando picos y palas, las mujeres localizaron los restos en el paraje La Comaya, a pocos kilómetros del muro que divide México de Estados Unidos.
El descubrimiento comenzó el pasado fin de semana a partir de un reporte anónimo que llevó a los colectivos a encontrar el cuerpo decapitado de un hombre en la parte posterior del conjunto habitacional Pima Dos. La cabeza fue ubicada a pocos metros del cadáver, que pertenecía a un joven robusto con un tatuaje en el brazo izquierdo.
Contexto de Violencia y Desapariciones
Madres Buscadoras de Sonora consideró que estos hallazgos son una prueba más de la violencia y las desapariciones que afectan al estado, particularmente en el norte de Nogales. Los colectivos han reiterado su llamado a las autoridades para intensificar los esfuerzos en la identificación de las víctimas y la investigación de los crímenes.
Desafíos y Riesgos
Las mujeres rastreadoras enfrentan numerosos riesgos y desafíos en su misión de encontrar a sus seres queridos desaparecidos. A menudo realizan búsquedas en los cascos urbanos de las ciudades más pobladas de Sonora sin recursos económicos y sin el apoyo de las autoridades. A pesar de estas dificultades, los colectivos continúan con su labor incansable.
Hasta el momento, el gobierno estatal no ha emitido un comunicado oficial sobre los hallazgos ni ha proporcionado detalles adicionales sobre las investigaciones en curso. Mientras tanto, los colectivos de búsqueda siguen adelante con sus esfuerzos para traer justicia y cierre a las familias afectadas.
