El movimiento fundado por Andrés Manuel López Obrador, en su afán por obtener la mayoría en el Congreso de la Unión, ha ampliado sus metas con el «Plan D». Este nuevo objetivo busca asegurar el control del Constituyente Permanente a través de la conquista de la mayoría en los congresos estatales.
En su búsqueda del «carro completo», las coaliciones obradoristas locales buscan conservar el control en 20 congresos estatales, arrebatar los ocho en manos del Frente Amplio por México (FAM), y obtener ventaja en tres donde mantienen un empate con la oposición.
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La segunda batalla electoral más significativa en 2024 será la renovación de mil 88 curules en 31 legislaturas locales. Morena y sus aliados cuentan con mayoría en trece legislaturas por sí mismos, y en siete la comparten con partidos aliados como PVEM, PT, PES, RSP y FPM. Además, tienen mayoría simple en nueve y mayoría calificada en otros nueve, siendo la primera minoría en dos.
En contraste, los partidos del FAM (PAN, PRI, PRD) controlan ocho de los 31 congresos locales a renovar, con mayoría calificada en cinco y mayoría simple en tres. En tres legislaturas en disputa, tanto opositores como oficialistas buscan el desempate, siendo Tamaulipas, Michoacán y Jalisco escenarios clave con representaciones equitativas o diferencias mínimas entre ambos grupos.
