Michoacán, reconocida como líder mundial en la producción de aguacate, enfrenta un preocupante agotamiento. Este fenómeno, según expertos, se intensifica debido al crecimiento exponencial de los cultivos de aguacate, impulsado por la alta demanda de Estados Unidos.
En una reciente entrevista, el ingeniero agrónomo michoacano Nacho Simón expresó su preocupación, afirmando: «Espero que no sea el colapso el que nos haga entender». Simón señaló el impacto devastador de los cultivos masivos en los paisajes michoacanos, que han transformado bosques frondosos en extensas plantaciones de aguacate.
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El Super Bowl, evento deportivo de gran relevancia, contribuye a esta problemática, ya que el guacamole, elaborado a base de aguacate, es un plato tradicionalmente consumido durante este evento. Para satisfacer la demanda, se estima que para la edición de este año se enviarán aproximadamente 110 mil toneladas de aguacates desde Michoacán hacia Estados Unidos.
El problema radica en el modelo de cultivo predominante, caracterizado por la deforestación y el monocultivo, que está agotando rápidamente los recursos naturales de la región. El uso de herbicidas para mantener los huertos «limpios», combinado con el agotamiento hídrico provocado por el alto consumo de agua del aguacate, agrava la situación.
Expertos como Cuauhtémoc Montero, propietario de huertos en Michoacán, advierten que la región está alcanzando un límite crítico. Aunque existen esfuerzos por adoptar prácticas más sostenibles, como la convivencia con otras especies vegetales, la presión del mercado y la corrupción obstaculizan los cambios necesarios.
En este contexto, es crucial que los productores de aguacate adopten medidas responsables y sostenibles para preservar el medio ambiente y garantizar la viabilidad a largo plazo de la industria. De lo contrario, advierten los expertos, las futuras generaciones podrían enfrentarse a la escasez de tierras cultivables en Michoacán.
Ante este desafío, es imperativo que las autoridades estatales y federales refuercen la aplicación de leyes ambientales y forestales, combatiendo la corrupción y promoviendo prácticas agrícolas sostenibles que protejan los recursos naturales de Michoacán.
