Para los desafíos relacionados con la desaparición de individuos y la identificación de cadáveres no existe una solución mágica. Son temas de una naturaleza compleja que se ven agravados por fenómenos como el movimiento migratorio de personas provenientes de distintas naciones y que, durante su travesía, son víctimas de violencia, enfatizó Olivier Dubois, líder de la Delegación Regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para México y América Central.
Entre los datos que reflejan la situación en las áreas donde la organización tiene presencia, se destaca que durante 2023 más de medio millón de personas cruzaron la densa selva del Darién (frontera entre Panamá y Colombia), los ingresos irregulares a Honduras casi se triplicaron y en México el flujo de inmigrantes indocumentados aumentó en un 77 por ciento.
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El Balance Humanitario 2024 del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), presentado ayer, resalta que México se posicionó entre los cinco países con más solicitudes de refugio, totalizando 140 mil.
A esta problemática se agrega la violencia sutil: familias que escapan de sus hogares, jóvenes que sufren abusos sin denunciar. Otra preocupación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) es el temor que enfrenta el personal médico en áreas con altos índices de delincuencia.
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Además hizo hincapié en la necesidad urgente de una respuesta coordinada por parte de los estados, que incluya la colaboración de la red consular para abordar y controlar los efectos de la violencia armada y sutil, de la cual también son víctimas los jóvenes que desaparecen sin dejar rastro.
Olivier Dubois señaló que 2023 fue un año particularmente desafiante, con momentos de importantes flujos migratorios y mayor complejidad, dado que las personas provienen de más países. Instó a los gobiernos de las naciones de origen, tránsito y destino a brindar la máxima atención posible a las personas en movimiento y garantizar su acceso a servicios esenciales y mecanismos de protección internacional.
La información presentada ayer abarca a México, Honduras, Guatemala, El Salvador y Panamá, donde la delegación regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está presente y lleva a cabo diversas acciones de ayuda y apoyo a la población.
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En cuanto a la situación en México, se destacó la crisis forense que persiste con más de 50 mil cuerpos sin identificar en morgues o fosas comunes en estados fronterizos, donde probablemente haya personas migrantes y los métodos de identificación humana sean insuficientes. Falta la implementación de estrategias prácticas para la comparación de información y registros.
Sin embargo, existe un esfuerzo por compartir datos con los países de América Central que ahora enfrentan este desafío.
El directivo del CICR mencionó que parte de la respuesta a la búsqueda de personas radica en el intercambio de información basado en huellas dactilares recuperadas de cuerpos encontrados en México.
El desafío reside en que estas huellas deben estar limpias y tomadas correctamente, pero en general son restos que llevan mucho tiempo o huellas que fueron tomadas y luego, debido a descuidos en la custodia, ya no es fácil encontrar el cuerpo.
