La creciente escasez de recursos y la gestión deficiente del agua han generado un llamado de alerta entre académicos y organizaciones ante los desafíos cada vez más apremiantes derivados de las sequías y el cambio climático en México. La Comisión Nacional del Agua (Conagua), entidad encargada de abordar estos problemas, enfrenta carencias de recursos y carece de un plan estratégico, según estudios de expertos y organizaciones ambientales.
Con el 60% del territorio afectado por sequías, el cambio climático castiga a millones de mexicanos que carecen de acceso al vital recurso hídrico. Además, aproximadamente un tercio de los cuerpos de agua muestra signos de contaminación, mientras que el presupuesto de la Conagua se considera insuficiente para hacer frente a la situación.
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Los recortes presupuestarios para el próximo año, un 12.6% menos que en 2023, generan preocupación entre los expertos. Sandra López, especialista en Energía y Medio Ambiente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), destaca que en un contexto de sequías severas, la reducción presupuestaria no garantiza una mejor gestión del agua.
#Comunicado #Conagua mantiene tareas para contribuir a atender situaciones de emergencia en #Guerrero, #SanLuisPotosí, #Sinaloa y #Sonora.
— Conagua (@conagua_mx) November 27, 2023
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La falta de lluvias ha llevado a mínimos históricos en las presas, como el sistema Cutzamala, cuya reducción en el bombeo afecta a la Ciudad de México y el Estado de México. La escasez ha llevado a que algunas delegaciones enfrenten más de un año sin acceso al agua, recurriendo a pipas. Este problema es común en todo el país, donde la falta de regulación estatal en el suministro y la calidad del agua potable lleva a altos niveles de consumo de agua embotellada.
La mala gestión administrativa y las denuncias de irregularidades en la Conagua se suman a los desafíos de la crisis ecológica. Más del 60% del territorio mexicano se encuentra en climas áridos o semiáridos, lo que lo hace vulnerable a las sequías. Además, la contaminación afecta gran parte del agua disponible, con casos alarmantes como el Río Santiago en Jalisco, considerado el más contaminado de América Latina.
El profesor investigador Omar Orellano, del departamento de Ecología y Recursos Naturales de la UNAM, destaca que la toxicidad del Río Santiago ha causado la muerte de casi 700 personas en menos de una década. A pesar de medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la contaminación persiste.
Aunque la Red Nacional de Medición de la Calidad del Agua (Renameca) proporciona datos alarmantes sobre la contaminación, la falta de decisiones políticas adecuadas y el abandono de las instalaciones de la Conagua agravan la crisis. El biólogo Omar Orellano subraya la necesidad de una política nacional para abordar la grave contaminación química que enfrenta el país.
Ante esta situación crítica, se hace un llamado urgente a tomar medidas efectivas para preservar el recurso vital del agua y proteger el medio ambiente en México.