Ejidatarios del municipio de Santa Rita Tlahuapan han modificado parcialmente su protesta sobre la autopista México-Puebla, permitiendo la circulación de vehículos en intervalos de dos horas. Esta decisión, dijeron, busca mostrar «empatía» hacia los afectados.
El nuevo plan de los inconformes estipula cerrar la autopista por dos horas y reabrirla durante el mismo periodo. Esta medida se mantendrá al menos hasta el viernes, proporcionando un alivio mínimo al congestionamiento vehicular, que ha causado largas filas de autos.
Los campesinos mantienen un campamento a la altura del kilómetro 70+400 de la autopista, en el municipio de Santa Rita Tlahuapan. Aseguran que no se retirarán hasta que el gobierno federal cumpla con el pago de las indemnizaciones por la expropiación de sus tierras, realizada en 1958 para la construcción de la vía.
En el área del campamento se pueden observar carpas, tiendas de campaña, anafes, mesas, troncos para encender fuego, bocinas y puestos de comida.
Alrededor de las 11 de la mañana, Patricia Rodríguez Flores y Jorge Portilla Alba, asesores legales de los ejidatarios del núcleo ejidal de Ignacio López Rayón, anunciaron la reanudación parcial del tránsito en la autopista como una medida de «empatía» hacia los transportistas que se quedaron varados durante los días martes y miércoles.
Este anuncio de apertura parcial se produjo tras la convocatoria realizada por la Fiscalía General del Estado (FGE) a los representantes de los ejidatarios, quienes fueron citados en calidad de indiciados, aunque no revelaron detalles de las investigaciones en curso.
El levantamiento parcial del bloqueo también fue acompañado por un aumento en la presencia de policías ministeriales y estatales en la zona.
Jorge Portilla, respaldado por los aproximadamente 100 ejidatarios presentes en el bloqueo, expresó la disposición de retomar las mesas de diálogo con el gobierno federal, interrumpidas desde el 6 de agosto debido a la falta de disposición de las autoridades para cumplir con los pagos.
En contraste, el diálogo con el gobierno estatal, a través del secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón, continúa en un ambiente de respeto y cordialidad.
Los representantes legales indicaron que los bloqueos parciales persistirán hasta que los ejidatarios reciban una compensación justa por sus terrenos, señalando que han esperado 66 años sin recibir las indemnizaciones correspondientes.
Destacaron que han mostrado empatía, ya que hace casi dos años obtuvieron una sentencia favorable que ordenaba los pagos, y han esperado pacientemente desde entonces.
Criticaron que tengan que pagar por utilizar la autopista México-Puebla, atravesando «sus propios» terrenos que aún no han sido remunerados, mientras que la vía genera ingresos multimillonarios.
Conflicto con Transportistas
Durante una conferencia de prensa, los ejidatarios y sus asesores legales tuvieron un enfrentamiento verbal con un grupo de transportistas que acudieron para expresar su descontento por la falta de empatía hacia su situación, ya que habían estado varados durante dos días.
El conflicto no escaló a agresiones físicas, ya que los representantes de los campesinos informaron que podrían abrir parcialmente la vía, lo cual se cumplió alrededor de las 11 de la mañana.
Origen del Conflicto
Portilla explicó que en 1959 se expropiaron 41 hectáreas del ejido Ignacio López Rayón para la construcción de la autopista México-Puebla sin que se realizara el pago correspondiente a los ejidatarios.
Los inconformes iniciaron un proceso legal y hace casi dos años, los tribunales agrarios fallaron a su favor, ordenando a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) cumplir con las indemnizaciones. Desde entonces, las mesas de negociación se han establecido, pero los campesinos rechazan las ofertas actuales por ser inferiores a las estipuladas por la ley.
Además, denunciaron que no se ha realizado un avalúo adecuado para determinar el valor justo de los terrenos afectados.
