Este domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó un evento en el que se declaró oficialmente finalizado el proyecto del Tren Maya tras la conclusión de su construcción en todos los tramos. Este fue su último acto público como jefe del Ejecutivo antes de entregar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum Pardo el próximo martes.
El evento tuvo lugar en la estación Chetumal, en Quintana Roo, donde el mandatario también reconoció la labor de los ingenieros y constructores que participaron en la obra. «He tenido la suerte de servir al pueblo de México en esta travesía», expresó López Obrador. Por su parte, Sheinbaum Pardo, en un emotivo discurso, agradeció al presidente por la gira de transición que llegó a su fin y afirmó: «Estoy lista, estoy fuerte, y el pueblo de México está preparado para comenzar la segunda etapa de la Cuarta Transformación».
En su mensaje, López Obrador agradeció a las empresas y colaboradores que participaron en la construcción del Tren Maya, destacando el esfuerzo colectivo en la ejecución de las vías, estaciones y obras complementarias. También extendió su agradecimiento a su gabinete y a los gobernadores de los cinco estados por donde atraviesa este ambicioso proyecto de infraestructura.
El presidente destacó que la obra no enfrentó grandes complicaciones, ya que las comunidades no se opusieron, afirmando que los principales opositores fueron «seudoambientalistas» con intereses políticos conservadores. Finalizar los 1,554 kilómetros de la obra fue una «verdadera hazaña», añadió, subrayando que esta obra será un legado para las futuras generaciones.
López Obrador hizo énfasis en que el proyecto fue financiado con recursos del presupuesto público, sin recurrir a deuda o impuestos adicionales. Mencionó que la decisión de cancelar la condonación de impuestos a grandes empresas permitió contar con los recursos necesarios para esta y otras obras. El Tren Maya tuvo una inversión aproximada de 500 mil millones de pesos, financiada en parte por la eliminación de dichas exenciones fiscales.
Durante su intervención, también resaltó la importancia de mantener la austeridad republicana en la administración pública, asegurando que esta política permite destinar más recursos al desarrollo del país. “La austeridad no es solo un asunto administrativo, es un principio que permite ahorrar y destinar esos recursos al bienestar del pueblo”, afirmó.
En su último día de gobierno, López Obrador destacó la relevancia de trabajar en el territorio, cerca de la gente, en lugar de hacerlo desde un escritorio. Por su parte, Claudia Sheinbaum, en su primer discurso como presidenta electa, reconoció la «incansable lucha» de López Obrador y afirmó estar lista para asumir el liderazgo del país y continuar con la transformación.
El evento contó con la presencia de la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y otros miembros del gabinete presidencial. Durante su intervención, el titular de la Sedena reiteró el compromiso de las fuerzas armadas para apoyar el proyecto de nación de Sheinbaum.
El acto, realizado en Chetumal, marcó un cierre simbólico para el gobierno de López Obrador, quien destacó que, tras décadas de marginación, el sureste del país ahora se ha convertido en el estandarte de la transformación. Mara Lezama, por su parte, elogió el legado de bienestar y justicia del presidente, afirmando que su nombre ya está inscrito en la historia de México como «el gran transformador de la nación».
El próximo martes, Claudia Sheinbaum asumirá la presidencia de México, y su gobierno marcará el inicio de una nueva etapa en la historia del país, impulsada por los ideales de la Cuarta Transformación.