En su último Informe de Gobierno, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció este domingo que el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa sigue siendo una «asignatura pendiente», aunque defendió con firmeza el papel del Ejército en las labores de seguridad pública.
«Hemos avanzado en la investigación para localizar a los jóvenes de Ayotzinapa, pero aún no concluyo mi mandato y continuaremos buscándolos», aseguró el mandatario durante el evento celebrado en el Zócalo de la Ciudad de México.
Durante su discurso, López Obrador hizo un balance de su gestión sexenal (2018-2024) en vísperas de ceder la banda presidencial el 1 de octubre a Claudia Sheinbaum, quien lo sucederá como presidenta y es miembro del mismo partido, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
El presidente mexicano reconoció que no ha cumplido plenamente su promesa de esclarecer el caso de los 43 jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014 en Guerrero, un crimen que la Comisión de la Verdad del Gobierno calificó como “un crimen de Estado”, en el que se vieron involucrados elementos del Ejército.
A pesar de las críticas por parte de los familiares de los desaparecidos, quienes lo acusan de encubrir al Ejército, López Obrador defendió las crecientes responsabilidades que ha delegado a las Fuerzas Armadas, agradeciendo su «apoyo y respaldo para garantizar la paz y la tranquilidad del país». «Estoy plenamente satisfecho con el desempeño leal, responsable y honesto de los secretarios de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval González, y de Marina, José Rafael Ojeda Durán», afirmó el presidente.
López Obrador destacó que en la lucha contra la delincuencia organizada se ha privilegiado el uso de la inteligencia sobre la fuerza, lo que ha reducido el índice de letalidad. Citó como ejemplo que en 2011, durante la presidencia de Felipe Calderón (2006-2012), se registraron 1,076 enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y grupos criminales, resultando en 1,412 muertos, frente a 1,027 heridos y detenidos. En cambio, en 2023, ocurrieron 486 enfrentamientos, con un saldo de 271 muertos y 442 heridos y detenidos, lo que refleja «un menor uso de la fuerza y un mayor respeto a la vida».
Además, el mandatario agradeció al Ejército su colaboración en la administración de aduanas y aeropuertos, así como en la construcción de infraestructura pública, incluyendo el Banco del Bienestar y el Tren Maya.