Las tareas de extracción de agua en las zonas inundadas de Guerrero han comenzado luego de que el huracán y la tormenta tropical «John» provocaran lluvias equivalentes al 80% de las precipitaciones anuales en solo unos días, causando graves afectaciones en diversas regiones del estado.
La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) y el gobierno estatal han instado a la población a mantenerse alerta ante el aumento de los niveles de ríos, arroyos y lagunas, ya que el riesgo de nuevas inundaciones sigue latente.
En conferencia de prensa, la coordinadora de la CNPC, Laura Velázquez Alzúa, y la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, informaron que se ha desplegado una fuerza operativa de más de 18,700 elementos para atender la emergencia. Hasta el momento, se ha evacuado a 5,120 personas y se han habilitado 58 refugios temporales para las familias afectadas por las intensas lluvias.
Desde el 23 de septiembre, se estableció un Puesto de Mando en la 12.ª Zona Naval para coordinar los esfuerzos de los tres niveles de gobierno. En este marco, se han realizado ocho sesiones operativas para mitigar los daños causados por «John». A pesar de la disminución de las lluvias, se han activado equipos de bombeo para acelerar el desagüe en las zonas más afectadas.
Durante la rueda de prensa, se presentó un informe detallado sobre las acciones implementadas. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional han evacuado a 2,786 personas, además de distribuir despensas y agua potable. Por su parte, la Secretaría de Marina ha llevado a cabo labores de rescate y entrega de ayuda humanitaria, mientras que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) continúan trabajando para restaurar los servicios y resolver las incidencias causadas por el temporal.
Ante la magnitud del desastre, las autoridades han decretado estado de alerta, activando más refugios temporales y suspendiendo las clases en varias regiones. En total, se han identificado 627 refugios en todo el estado, de los cuales 33 están en Acapulco. Las autoridades garantizan el suministro de víveres y servicios básicos, reafirmando su compromiso de apoyar a las comunidades afectadas y acelerar el proceso de recuperación, especialmente en aquellas zonas que ya venían trabajando en su rehabilitación tras el impacto del huracán «Otis» meses atrás.
