Gloria García Luna, hermana del exsecretario de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Genaro García Luna, ha denunciado haber sido víctima de tortura, segregación, hostigamiento, incomunicación y falta de atención médica durante su reclusión en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) femenil en el estado de Morelos.
Ante estas acusaciones, un juez federal en Toluca, Estado de México, le concedió un amparo para protegerla de los abusos que, presuntamente, han sido cometidos por elementos del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social (OADPRS).
«Con el objetivo de salvaguardar los derechos fundamentales de la agraviada, y con base en los artículos 125 y 126 de la Ley de Amparo, se concede la suspensión de plano para que cesen de inmediato los actos reclamados, consistentes en: tortura, segregación, hostigamiento e incomunicación,» se detalla en el documento custodiado por el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
El mismo documento exige a las autoridades correspondientes que proporcionen la atención médica necesaria a la reclusa, para asegurar su estabilidad y bienestar físico.
«Asimismo, se concede la suspensión de plano para que las autoridades responsables, dentro de sus atribuciones y conforme a los padecimientos que la quejosa menciona, brinden de inmediato la atención médica necesaria dentro de las posibilidades del centro penitenciario.»
Es relevante recordar que García Luna fue arrestada el 14 de diciembre del año pasado, acusada de supuesta participación en delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, vinculados con las actividades de su hermano cuando ocupaba el cargo de secretario de Estado.
Días después de su detención, Gloria García Luna responsabilizó públicamente a la Fiscalía General de la República (FGR) de cualquier daño que pudiera sufrir durante su reclusión en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial de Morelos.
Esta advertencia se dio a conocer tras ser vinculada a proceso en el Centro de Justicia Penal Federal del Altiplano, ubicado en el Estado de México. Durante la audiencia, García Luna solicitó al juez de control, Gregorio Salazar Hernández, la posibilidad de llevar su proceso en libertad, argumentando que al no tener antecedentes penales, su permanencia en el penal representaba un riesgo.
«Corremos peligro porque convivo con personas procesadas y sentenciadas de Jalisco, Tamaulipas, sin saber que me apellido García Luna,» alertó Gloria en su declaración, añadiendo que si su identidad fuera descubierta entre las internas, tanto ella como su hijo podrían ser blanco de un atentado.
Además, destacó la necesidad de limpiar su nombre y el de su familia, afectado por la cobertura mediática y las acciones de las autoridades: «No tenemos más interés que limpiar nuestro nombre como familia, que ya ha sido mancillado.»
Finalmente, Gloria García Luna subrayó que cada vez que se menciona a su hermano, Genaro García Luna, en las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador, su seguridad y la de su familia se ven comprometidas.