La Fiscalía General de la República (FGR) ha revelado irregularidades significativas en el traslado de Ismael «El Mayo» Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, y de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, a Estados Unidos el pasado 25 de julio. Según la investigación, el vuelo que transportó a ambos fue realizado en un avión con matrícula clonada, el cual partió desde una pista en Culiacán, Sinaloa.
El Ministerio Público Federal ha identificado múltiples fallas en el manejo y procesamiento de la escena donde, de acuerdo con la versión oficial, fue asesinado Héctor Melesio Cuén, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Se encontraron evidencias de que Cuén recibió un fuerte golpe en la cabeza y cuatro disparos en las piernas. Sin embargo, el video de la gasolinera donde presuntamente ocurrió el crimen solo capta un disparo, y los empleados de la estación no refieren haber escuchado nada. Además, la Fiscalía de Sinaloa no llevó a cabo los peritajes adecuados para esclarecer el evento.
Este informe forma parte de la investigación que la FGR lleva a cabo sobre el caso de «El Mayo» Zambada, quien fue trasladado a Nuevo México, Estados Unidos, de manera «obligada», presuntamente por Joaquín Guzmán López. La investigación se basa en el artículo 123 del Código Penal Federal, que sanciona con penas de 5 a 40 años de prisión a quien cometa traición a la patria, incluyendo el traslado ilegal de una persona fuera del país.
La FGR ha solicitado al Departamento de Justicia de Estados Unidos y a INTERPOL-México información relacionada con el vuelo, incluyendo la autorización previa de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el informe del sistema de seguridad de radares, y los registros aeronáuticos sobre la legalidad de la matrícula N287KA utilizada por el avión.
Homicidio de Héctor Melesio Cuén
En relación con el homicidio de Héctor Melesio Cuén, los peritos de la FGR han detectado que la necropsia realizada por las autoridades de Sinaloa presenta inconsistencias, como la falta de establecimiento correcto de los signos cadavéricos inmediatos y la omisión de peritajes sobre las manchas de sangre encontradas en la camioneta donde fue hallado el cuerpo. Asimismo, se ha señalado que no se cumplieron las medidas de preservación del cuerpo, permitiendo su incineración sin las pruebas necesarias.
La FGR continúa con las investigaciones y ha solicitado información adicional para esclarecer ambos casos.