El presidente López Obrador reafirmó su posición respecto a la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), explicando que «administraciones anteriores» seleccionaron la ubicación menos adecuada para su construcción, lo cual condujo a su cancelación al inicio de su mandato.
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, al ofrecer un informe sobre la situación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), López Obrador reafirmó su decisión al señalar que el Nuevo Aeropuerto Internacional de México NAIM se habría convertido, a largo plazo, en una «obra muy costosa, de mala calidad, que requeriría un mantenimiento excesivo».
“Donde querían construir el nuevo aeropuerto en el Lago de Texcoco, todavía los hundimientos son mayores, era el peor lugar, esto está en la zona pero pues está más cerca del Peñón, el aeropuerto nuevo lo querían hacer en el centro del lago, donde el suelo está a 30, 40, 50 metros, todo es fango”, dijo.
“Esto ayuda a entender el por qué fue una buena decisión (cancelarlo), aunque no les gustó a los que querían hacer un nuevo Iztapalapa, perdón, un nuevo Santa Fe utilizando estos terrenos del aeropuerto, no les gustó porque era un gran negocio, era una obra onerosa, costosísima, que iba a requerir de muchísimo mantenimiento, es cosa de que se trasladen del actual aeropuerto a Texcoco”, externó.
“No es el caso del Aeropuerto Felipe Ángeles, que tiene una capa, un grosor de concreto porque es suelo firme, ahí no hay problema de estos hundimientos, acá (en el NAIM) tenía que ser emulsión asfáltica, por el problema de los hundimientos y desde luego más mantenimiento y aunque parezca increíble, baches en las pistas que hay que estar constantemente tapando pro la mala calidad del suelo”, explicó.