En el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Gildardo López Astudillo, conocido como El Gil, el testigo protegido por la Fiscalía, se ha esfumado de la vista de la justicia federal desde el 5 de abril de 2024, encontrándose actualmente en fuga.
En el año 2020, el entonces subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Alejandro Encinas, y el fiscal encargado del caso, Omar Gómez Trejo, reclutaron a López Astudillo como testigo protegido bajo el seudónimo de Juan. Este individuo fue quien desacreditó la versión oficial sobre la desaparición de los estudiantes y su eventual ubicación.
López Astudillo, uno de los líderes de la banda delictiva Guerreros Unidos, grupo al que las autoridades municipales entregaron a los estudiantes el 26 y 27 de septiembre de 2014, actualmente se encuentra en paradero desconocido para la justicia federal, según dos resoluciones emitidas por el Juzgado Segundo de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México. Este órgano judicial había recibido una solicitud de amparo por parte de «El Gil» para evitar su detención, generando el expediente 254/2024.
No se logró dar con su paradero
El 5 y 8 de abril, el Juzgado Segundo de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México hizo públicas las diligencias de uno de sus funcionarios, quien intentó ubicar a López Astudillo en el domicilio registrado sin éxito.
El 27 de marzo, el diario Excélsior publicó información sobre el proceso de amparo solicitado por El Gil, indicando que el Juzgado Segundo de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México había citado a López Astudillo para presentarse en persona en su sede de San Ángel tres días después. Sin embargo, el juzgado cuestionó la autenticidad de la firma en la solicitud, y aunque López Astudillo no compareció, un funcionario judicial fue enviado a su domicilio sin éxito.
De acuerdo con el artículo 27 fracción I inciso C de la Ley de Amparo, citado en el acuerdo del juzgado: «Cuando se tenga registrado el domicilio de la persona o se le señale uno para recibir notificaciones en el lugar donde resida el órgano judicial que conozca del caso: si el funcionario encuentra el domicilio cerrado y no recibe respuesta, se asegurará de que sea el domicilio correcto, dejará un aviso y fijará un edicto en la puerta para que, en los dos días siguientes hábiles, se presente ante el tribunal. En caso de no presentarse, la notificación se realizará por edicto y lista electrónica, pudiendo el tribunal tomar las medidas necesarias para una notificación personal si lo considera pertinente».
El 16 de marzo de 2024 se supo que López Astudillo había solicitado un amparo ante la justicia federal contra las acciones que pudiera emprender el juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio del Centro de Justicia Penal en la Ciudad de México, ubicado en el Reclusorio Oriente.
Desde hace cuatro años, cuando López Astudillo asumió la identidad de Juan, la Fiscalía del Caso Iguala le proporcionó pagos en efectivo, alojamiento, escolta y chofer.
Gran parte de la investigación realizada por el gobierno actual en la búsqueda de los 43 normalistas se basa en los testimonios de López Astudillo, conocido en la estructura de Guerreros Unidos como El Gil o El Cabo Gil.
«El Gil» fue señalado como líder de Guerreros Unidos en Cocula, donde, según la versión oficial de la entonces PGR, un grupo de entre 12 y 17 estudiantes de Ayotzinapa fueron incinerados.
Arrestado y puesto en libertad
López Astudillo fue arrestado el 16 de septiembre de 2015, casi un año después de la desaparición de los 43 normalistas. En junio de 2018, fue absuelto del cargo de delincuencia organizada; un amparo lo protegió del proceso relacionado con el secuestro de los estudiantes. El 24 de agosto de 2019, recuperó su libertad gracias a la decisión del Juez Primero de Distrito de Procesos Penales Federales en Tamaulipas. Aunque López Astudillo fue detenido por la PGR y sometido a tortura, no se consideró culpable de la desaparición de los normalistas.
Con información de Excélsior
