El gobierno que encabeza Maru Campos indicó que hay siete puntos en particular por lo que se detuvo la distribución de los libros en el estado
El Gobierno del Estado de Chihuahua dio a conocer algunas de las razones por las que promovió la Controversia Constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para evitar la distribución de los libros de texto gratuitos elaborados por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Gracias a dicha controversia, ministros de la SCJN determinaron la suspensión temporal del reparto de los materiales en la entidad, por posibles violaciones a los procedimientos para la realización de los contenidos.
El estado de Chihuahua comunicó que han sido detectados más de 200 errores pedagógicos, didácticos, de contenido y de organización, que llevaron a cuestionar su entrega, en defensa de las niñas y niños de la entidad.
Aun cuando las asignaturas están contempladas en los distintos campos formativos, fueron reducidas en los libros de texto y diluidas en los tres tipos de proyectos, cuando deberían ser la herramienta básica para apoyar la labor de los docentes y reforzar la construcción de conocimiento.
El gobierno que encabeza Maru Campos indicó que hay siete puntos en particular por lo que se detuvo la distribución de los libros en el estado.
El primero es que contienen una gran carga ideológica al promueven la lucha entre ricos y pobres al satanizar el desarrollo personal y social, que ha sido tan importante en nuestro estado; además, presentan la historia reciente con la interpretación del Gobierno Federal actual, lo que polariza en una lógica de buenos contra malos.
En segundo lugar, promueven la hipersexualización de la niñez. El gobierno de Chihuahua entiende la relevancia de la educación sexual de niñas, niños y adolescentes, que ha sido incluida en los libros de texto desde hace 20 años. Sin embargo, en estos libros no se respetan las etapas de desarrollo, al presentar información y actividades que pueden inducirlos a riesgos y confusiones en su vida sexual. Puntualizó a través de un comunicado que la educación sexual es relevante en la entidad, por lo que se debe apostar por programas informativos preventivos.
Señalan que los nuevos libros distorsionan la inclusión y en algunos casos discriminan. En el libro de primer grado de primaria buscan enseñar el sistema Braille a niños que aún no saben leer ni escribir y la inclusión es tratada como contenido, sin empatía por el otro. En algunos casos parecieran promover más la discriminación, puntualizan.
En cuarto lugar, apuntan que no tomaron en cuenta a los padres en el proceso educativo, mencionan que “En ninguno de los programas ni libros de los maestros está prevista la participación u opiniones de padres de familia, al presentar prácticamente al Estado como tutor de los menores de edad. En Chihuahua las madres y padres de familia siempre han sido tomados en cuenta y se busca que estén lo más cerca posible del proceso educativo de sus hijos”.
Como punto número cinco precisan que los libros carecen de metodología para enseñar a leer y escribir al exponer un ejercicio poco articulado y no adecuado, porque los alumnos, en el caso de primer grado, están en el inicio de su alfabetización.
Explican que uno de sus principios básicos para enseñar a leer y escribir es evitar el trabajo del alfabeto aislado. Además que desaparecieron materiales de lectura de autores clásicos, lo que impide la práctica y limita los recursos de lectura y el acceso a la literatura universal.
En sexto lugar, los libros carecen de metodología para enseñar matemáticas. Puntualizan que por cada cinco temas sociales hay solo uno de matemáticas y hay errores en su planteamiento, está lleno de definiciones, faltan problemas y ejercicios por resolver.
Como último punto, no se elaboraron con base en lo establecido por la Ley y se despreció la participación de maestros y especialistas. El gobierno de Chihuahua precisó que los materiales se hicieron sin planes y sin probar sus contenidos con los niños, niñas y adolescentes.
Expusieron que los libros deberían empezar su implementación en primer grado como prueba y después hacer los ajustes necesarios. Sin embargo, optaron por cambiar todos los libros sin publicar el Plan de Estudios.
Por ley los libros de texto deben elaborarse con la participación de padres de familia, maestras, maestros, representantes de la sociedad civil y especialistas; sin embargo, indicaron que la SEP sólo invitó a algunos maestros, sin tomar en cuenta a todos los docentes.