Brenda Quevedo Cruz, señalada por el secuestro y asesinato de Hugo Alberto Wallace en 2005, fue liberada la noche de este martes del Centro Federal de Readaptación Social número 16 en Morelos, después de 15 años en prisión. A partir de ahora, Quevedo continuará su proceso en arraigo domiciliario, como dictaminó un juez de la Ciudad de México.
Quevedo, de 41 años, deberá usar un localizador y no podrá salir de la Ciudad de México sin permiso, ni del país de ninguna manera. Desde su detención, ha pasado por tres penales, incluido el de las Islas Marías y el de Santiaguito en el estado de Morelos. Desde 2018, se encontraba recluida en el Cefereso número 16.
Sofía de Robina, abogada de la Defensoría Pública Federal, explicó que no existen motivos para que Quevedo continúe en prisión. Según de Robina, la medida de arraigo domiciliario permite que el proceso se lleve en libertad, siempre y cuando no obstaculice la justicia ni represente un riesgo para la víctima.
Robina indicó que después de 15 años en prisión sin ser sentenciada, no hay justificación para que Quevedo siga detenida. La abogada destacó que el proceso de Quevedo ha estado lleno de irregularidades, incluyendo pruebas ilícitas, reportes de tortura y abusos, y falta de atención médica en el Cefereso 16.
Desde principios de este año, se han reportado dos muertes de mujeres al interior del Cefereso 16, y 15 en los últimos tres años. Esta situación es conocida por la dependencia para la que trabaja de Robina, quien ha mantenido contacto con Quevedo durante su reclusión.
Quevedo recibió el cambio de medidas cautelares el lunes, tras los argumentos de su defensa que indicaron que sufría un exceso al mantenerse por 15 años en prisión, además de haber sido víctima de tortura sexual. La Policía Federal Ministerial de la Fiscalía General de la República fue la encargada de trasladarla a su domicilio particular en la Ciudad de México, donde permanecerá desde este martes.
